El segmento de las motos custom, con representantes tan icónicos como Harley-Davidson, puede dar la impresión de estar compuesto íntegramente por modelos costosos y pensados para motoristas con cierta experiencia, pero no es exactamente así. Cada día hay más fabricantes que desarrollan motos de menor cilindrada, con similar estética y concepto aunque con un precio más asequible. Es el caso de la MITT 440 MB.
El modelo tiene un precio de tan solo 5.195 euros (que incluye el seguro durante el primer año) y, aunque no lo parece por su tamaño y diseño, es compatible con el carné A2. Esto abre las puertas a muchos motoristas para que se inicien en el mundillo custom.
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La MITT 440 MB utiliza un motor bilicilíndrico refrigerado por agua y con inyección electrónica que puede subir hasta las 10.000 revoluciones por minuto, y desarrolla una potencia de 35 CV y un par máximo de 33 Nm a 7.500 vueltas. La marca no ha facilitado sus prestaciones, pero es suficiente músculo como para mover con soltura sus 188 kilos y asegurar una buena autonomía con su depósito de 20 litros.
Sus dimensiones (2.130 milímetros de longitud, 810 de anchura y 1.160 de altura), sumadas a un asiento situado a 680 milímetros del suelo, hacen que sea accesible para un amplio perfil de pilotos, incluyendo los de altura más contenida.
Por lo que respecta a los componentes, monta una horquilla delantera invertida con 110 milímetros de recorrido, dos amortiguadores hidráulicos traseros con 60 milímetros de recorrido, un freno delantero con dos discos de 297 milímetros de diámetro (mordidos por pinzas radiales de dos pistones) y el freno trasero con un solo disco de 240 milímetros con pinza de dos pistones.
En su diseño clásico hay ciertos detalles que llaman la atención, como su minimalista cuadro de mandos, que es circular y muestra una pantalla completamente digital retroiluminada en color negro, que permite ver el cuentarrevoluciones, el velocímetro, el cuentakilómetros total y parcial, el nivel de gasolina, el reloj y el indicador de punto muerto.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.