Lo mejor de una moto y lo mejor de un coche. Es lo que propone la empresa suiza Quadro Vehicles con su nuevo Qooder, un escúter que se convierte en el único del mercado con cuatro ruedas. Gracias a su patente de suspensión HTS (Sistema de Inclinación Hidráulica) puede inclinar todas las ruedas simultáneamente ofreciendo con ello sensaciones propias de una motocicleta pero con un aporte de seguridad que será muy valorado por determinados usuarios.
En efecto, el Qooder no es un escúter cualquiera ni para cualquiera. Se puede conducir con el permiso B de coche y su entorno natural es el urbano, una solución de movilidad ideal para aquellos usuarios que aprecien lo último en tecnología y que también puedan pagar los 10.999 euros que cuesta en promoción de lanzamiento (11.629 euros es su tarifa oficial). Por eso la marca, presente oficialmente en España con una sociedad propia, aspira a vender en el mercado nacional 400 unidades en un año completo, a las que habría que sumar otras 300 del QV3, su modelo de tres ruedas (dos delanteras) con un precio de 6.999 euros.
La suspensión HTS es el corazón de este proyecto y consta de dos cilindros en cada eje, uno para cada rueda, que se conectan a la unidad central que trabaja como amortiguador y permite las inclinaciones independientes que caracterizan su dinámica. El resultado es un escúter que se mantiene estable en todo momento, incluso en parado sin necesidad de apoyar los pies (una característica a la que hay que habituarse, sobre todo al reemprender la marcha), con reacciones sorprendentes en curva y un gran aplomo en recta. Su manejo requiere esa mínima adaptación por las diferencias que presenta respecto a una moto convencional, pero una vez superada esta fase las sensaciones sorprenden por su efectividad.
La ciudad es el medio natural de este escúter.
El Qooder al completo, motor y chasis, se diseña en Suiza por los ingenieros de Quadro y se fabrica en Taiwán. Del propulsor se encarga Aeon Motor y es un monocilíndrico de cuatro tiempos, con un cubicaje de 400cc y una potencia de 32,5 CV que se transmiten por correa a cada una de las ruedas traseras gracias a una doble salida del motor, gestionando su acoplamiento mediante un diferencial central. El cambio es automático y la frenada se confía a cuatro discos con un funcionamiento integral mediante la maneta izquierda o un pedal en el lado derecho del piso del escudo (la maneta derecha envía presión sólo a las ruedas delanteras), aunque la ausencia de ABS es una de las grandes carencias de este escúter que al estar homologado como triciclo no tiene ese requisito legal.
Su estética se antoja original y atrevida por la especial configuración de cuatro ruedas, priorizándose un centro de gravedad bajo para su perfecto desenvolvimiento en el tráfico urbano y una óptima maniobrabilidad pese a ser un vehículo más ancho y pesado (281 kilos) que otros de su estilo. El equipamiento es completo y funcional, con detalles tan prácticos como la apertura automática del asiento, la iluminación LED, dos compartimentos delanteros con toma de 12V y USB, instrumentación con ordenador de viaje, manetas de freno regulables en distancia, pantalla de protección frente al viento…
Menos convincentes se muestran algunos acabados, mejorables sobre todo considerando la franja de precio en la que se mueve el nuevo Qooder. El plástico de las guanteras es de mala calidad, ciertos acoplamientos entre las piezas de la carrocería no son perfectos, el freno de mano tiene una ubicación nada acertada, los espejos retrovisores precisan de una llave para su regulación o el grupo óptico trasero no se integra con la armonía necesaria en la zaga del vehículo. Pequeños matices sin excesiva trascendencia pero que desentonan en un producto que quiere situarse a la vanguardia tecnológica de su segmento.
El Qooder estará disponible en la veintena de concesionarios de la marca repartidos por España a partir de mediados de este mes de junio, siendo el primer país en el que se lanza internacionalmente el modelo por delante de mercados tan importantes como el italiano, el francés o el suizo de origen.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.