Son más rápidas que los coches para moverse en ciudad y permiten evitar las aglomeraciones en el transporte público. Las motos de hasta 125cc (y hasta 11 kW de potencia) se presentan como una alternativa pujante en la nueva movilidad, porque, además, está permitido conducirlas con el carné de coche.
Así mismo, al contar con un precio ajustado y gracias a la agilidad de uso en ciudad, este segmento es el que más ventas aporta a la industria de las dos ruedas.
Las cifras de este 2022 continúan con la consolidación del sector. Según la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (ANESDOR), noviembre se cerró con 16.939 matriculaciones, lo que supone un crecimiento del 7,4% respecto al mismo periodo de 2021.
En cuanto al acumulado, a falta de un mes de que se cierre el año, el sector de la moto y los vehículos ligeros suma un total de 188.818 unidades matriculadas, cifra que supone un crecimiento del 5,5%.
La clasificación la han liderado las motos de 125cc: de entre las 10 primeras posiciones, siete son escúteres que se pueden conducir con el carné de coche. La moto más vendida durante el noviembre ha sido la SH 125i Scoopy, con 675 unidades.
Los escúteres, no obstante, no son las únicas motocicletas que se puede manejar con el permiso de conducir B. Siempre que tengan más de tres años de experiencia al volante, los automovilistas tienen en sus manos también las motos de marchas de hasta 125cc y las homologadas como triciclos, con una oferta en el mercado cada vez más amplia.
Las motos de tres ruedas, en efecto, puede conducirse con el carné B, pero el reglamento hace un pequeño matiz: “Hasta los veintiún años cumplidos no autorizará a conducir triciclos de motor cuya potencia máxima exceda de 15 kW [unos 20 CV]”.
Qué motos se pueden llevar con el carné de coche
Escúteres. Son los modelos más habituales entre los motoristas, ya cuenten con el permiso específico A1, ya dispongan solo del carné B. No cuestan tanto como otros tipos de moto, pesan poco (entre 100 y 150 kilos) y resultan fáciles de manejar para conductores inexpertos. No tienen marchas y además no consumen mucho. Estas son los cinco modelos más vendidos:
- Honda PCX 125: 3.250 euros
- Yamaha NMax 125: 3.499 euros
- Kymco Agility City 125: 2.349 euros
- Honda SH125i Scoopy: 3.989 euros
- Piaggio Liberty iGET 125: 2.599 euros
Motos de marchas de 125cc. Existen modelos de todas las categorías: naked, custom, deportivas, trail… Las opciones para los automovilistas entre las motos de 125cc son muchísimas, pero son menos populares, porque su manejo resulta algo más complejo por el simple hecho de tener que usar el embrague para cambiar de marcha.
Las más difíciles de conducir son probablemente las deportivas, ya que la posición del manillar exige una postura menos natural. Todas, además, son más potentes que los escúteres y exigen una conducción más cuidadosa a los inexpertos. Estos son varios ejemplos a tener en cuenta:
- Keeway V-Cruise 125: 4.190 euros
- Zontes U1 – 125: 3.489 euros
- Aprilia Tuono 125: 4.999 euros
- Kawasaki Ninja 125: 5.025 euros
- Yamaha YZF-R125: 5.399 euros
Un caso especial: los triciclos
El carné B habilita para conducir los vehículos homologados como triciclos, esto es, motos de tres ruedas con cilindradas superiores a 50cc. Por tanto, con el carné de coche se pueden manejar incluso si superan los 125cc. Esto permite conducir con garantías motos con mayor potencia.
Las dos ruedas situadas en uno de los ejes –generalmente el delantero– giran de manera simétrica: son menos ágiles y más pesadas, pero también más estables.
Además, cuentan con un sistema que las mantiene en pie por sí mismas y el freno trasero se acciona de forma complementaria mediante un pedal.
- Piaggio MP3 500 LT: 10.999 euros
- Yamaha Tricity 300: 8.599 euros
- Yamaha Tricity 125: 4.249 euros
- Peugeot Metropolis 400: 9.190 euros
- Quadro QV3: 6.599 euros
El Qooder, por otra parte, es un caso único en las calles. A pesar de que tiene cuatro ruedas está homologado como triciclo. Gracias a un sistema patentado, inclina todas las ruedas simultáneamente para ofrecer sensaciones propias de una moto, pero con un aporte de seguridad extra. Su motor cubica 400cc y desarrolla una potencia máxima de 32,5 CV. Cuesta 9.599 euros.
Consejos para principiantes
En 2004 se permitió que los automovilistas con el permiso B pudieran conducir motos con el objetivo principal de reducir el tráfico en las grandes ciudades. Como contrapartida negativa, aumentaron los accidentes. Un estudio realizado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona constató que el número de motoristas hospitalizados en la ciudad creció un 87,5% entre 2003 y 2006.
Y un informe mucho más reciente, con datos de 2015 a 2018, se fija en un detalle particular: el 29% de los motociclistas implicados en un accidente con víctimas conducía una motocicleta inferior a 125cc y disponía solo el permiso de conducir B. El porcentaje es todavía más elevado en algunos tramos de edad, llegando hasta el 39,2% en el caso de conductores de entre 25 y 34 años.
El estudio de Formaster (Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial) refleja, por el contrario, que los implicados en accidentes con el mismo tipo de motocicleta pero con carné específico alcanzan solo un 9%.
Por eso hay quien considera un error subirse a una moto sin experiencia previa. Como recomendación mínima, el Real Automóvil Club de España (RACE) apunta la idea de adquirir la soltura necesaria “practicando en lugares sin tráfico, como puede ser un aparcamiento vacío o calles de zonas residenciales en construcción”.
Además, el club de conductores propone unos consejos básicos para debutantes, tales como usar siempre casco, guantes y ropa adecuada –con protección específica para motoristas–, practicar una conducción atenta, prudente y defensiva (anticipando las intenciones del resto de usuarios) y mirar a menudo por los espejos retrovisores, especialmente en ciudad, donde más usuarios e imprevistos rodean a los motoristas.
Multa por conducir una moto sin carné
Conducir una motocicleta sin el preceptivo permiso, ya sea porque ha sido suspendido por orden judicial o administrativa, por la pérdida de todos los puntos o porque simplemente nunca se haya contado con la licencia correspondiente, acarrea sanciones por la vía administrativa e incluso penal. Además, se considera una agravante, ya que se está poniendo en peligro al resto de los conductores.
Si la sanción es por vía administrativa, la multa ascenderá a 500 euros y cuatro puntos del carné. Esta vulneración se considera una infracción muy grave, al conducir una motocicleta, ciclomotor o vehículo a motor sin el correspondiente carné de conducir.
Cuando el carné está retirado por una orden administrativa o judicial, supondrá la perdida de cuatro puntos. Estos puntos se restarán al recuperar la licencia. O lo que es lo mismo, si después de un año de sanción se obtienen de nuevo los 12 puntos, nada más recuperarlos se quedarán tan solo en ocho.
Si, por el contrario, la sanción es por vía penal y siguiendo los preceptos del artículo 348 del Código Penal, podrá acarrear penas de tres a seis meses de cárcel, una multa económica durante uno o dos años, o hacer trabajos para la comunidad con una duración de entre 31 y 90 días. Cuando el infractor no cuenta antecedentes penales, lo más normal es prestar servicios a la comunidad. Por el contrario, si es reincidente, la sanción acarrearía entrar en prisión.
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