Las carreteras mojadas son peligrosas para los conductores, pero adquieren un extra de dificultad para los motoristas. Con dos ruedas es más fácil ‘irse al suelo’ y, a veces, por mucho cuidado que tengas, te llevas una desagradable sorpresa. Es precisamente lo que le paso al piloto de esta Kawasaki ER6, que tras volver a casa de una salida en ruta, se vio en medio de una enorme piscina situada en la autopista. Bravo por él, que consiguió aguantar y seguir hacia adelante sin caerse.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.