Yamaha, con motos absolutamente diferentes, profundiza en dos estilos que están de moda, el vintage y las scrambler. En Cagliari, en el sur de la isla de Cerdeña (Italia), la marca de los diapasones ha presentado dos primicias que no tienen nada que ver la una con la otra, puesto que cada una presume de una demoledora personalidad.
La XSR900 Abarth parte de la plataforma conocida de la MT-09 XSR, y su apellido deriva de la interpretación que el preparador italiano Abarth ha realizado sobre esta moto. Es conocida la vinculación de la casa madre Fiat con la firma japonesa, ha sido el patrocinador de su equipo de competición en MotoGP. De la XSR 900 Abarth solo se pondrán a la venta una serie limitada de 695 unidades, todas identificadas con una placa de aluminio encastrada en el lado derecho de la pipa de la dirección. Los primeros 145 clientes tendrán una invitación exclusiva para dos personas en la factoría Abarth, mientras que las primera cien unidades han sido adquiridas en tan solo dos horas.
La parte técnica de la MT-09 prácticamente permanece inalterada, solo destaca un escape completo Akrapovic fabricado en acero inoxidable y titanio que termina en un doble silencioso superpuesto, sale por el lado derecho de la moto y su aspecto resulta espectacular. La cúpula y colín son de fibra de carbono, el asiento está tapizado en piel de nobuk; la decoración del depósito, el faro y piloto trasero redondo de LED, guardabarros y sobre todo el manillar refuerzan su personalidad.
Un primer contacto de 100 kilómetros por las carreteras del sur de Cerdeña reveló el comportamiento propio de una MT-09 SXR, pero con un sonido embriagador que emana por el escape y una postura radical por la forma del manillar. Es tubular de una sola pieza sujeto con los clásicos puentes en la tija superior, pero con su curvilínea forma los puños quedan muy bajos y adelantados, con la postura de las deportivas de antaño. Es una solución atractiva (aunque es una percepción particular de cada usuario), pero para los motoristas de mayor edad la verdad es que es un martirio y solo es recomendable para jóvenes entusiastas.
En cuanto al resto de la moto y su comportamiento va tan bien como el resto de sus hermanas de la saga MT-09, tiene un motor soberbio, un bastidor noble, unos frenos y suspensiones correctos que hacen su trabajo a la perfección. Hay también una buena cantidad de accesorios disponibles y el precio de partida es de 13.199 euros, impuestos incluidos.
La SCR 950 es otra cosa. Una variante que sí se puede calificar como una moto para pasear, bastante polivalente. Tiene como punto de partida la XV 950 Bolt, que ha sufrido un proceso de transformación que la lleva al territorio de las scrambler: le han alargado las suspensiones, subido el asiento, ganado distancia libre al suelo, lleva fuelles de goma para proteger las barras de la horquilla delantera de posibles golpes o pedradas, las llantas son de radios y monta neumáticos esculpidos con dibujo profundo que permiten algunas escapadas fuera del asfalto.
Es una buena moto para pasear y también para utilizarla a diario. Su motor en V de 942cc es muy noble, rinde 52 CV a solo 5.500rpm, pero tiene un empuje de locomotora desde muy bajas vueltas. La postura de conducción es cómoda, aunque sería recomendable que las estriberas estuvieran algo más adelantadas.
Por carretera la moto funciona correctamente mientras se mantenga la conducción que exige su configuración, es noble, se sujeta y frena bien, con un ABS calibrado correctamente que solo entra en funcionamiento cuando hace falta. En fuertes inclinaciones, los avisadores de los reposapiés se encargar de advertir que el límite está cerca.
Ya se encuentra disponible en dos decoraciones roja/blanca y negra, con un precio final de 10.399 euros.
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