Muchos fabricantes chinos, o sus importadores en otros países, suelen mostrar cierto pudor al referirse al origen de sus productos. La sombra de una calidad cuestionable planea sobre cuanto fabrican, en buena parte con justificación, y a menudo hay que escarbar para descubrir su procedencia. No es el caso de Zontes, ni muchos menos. Se trata de una marca china de motos que desembarca en los mercados europeos, con España como punta de lanza, y lo hace desde el convencimiento de que fabricar en ese país no debe ser sinónimo de carencias.
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La T-310 es uno de los tres modelos de la marca del grupo Guangdong Tayo Motorcycle y quizá el más convincente y polivalente por su estilo trail. Su aspecto es espectacular, con un diseño moderno y agresivo que se adereza con unas protecciones tubulares de carrocería que recuerdan a las habituales en las grandes motos del segmento. Sus dimensiones son contenidas, como se espera de una máquina de acceso, lo que se traduce en agilidad y sencillez de uso, incluyendo un sillín con una altura de 830mm que facilita maniobrar en parado.
También a simple vista es muy llamativa la calidad general de la T-310. La mayoría de las piezas que monta son de fabricación propia, desde las manetas al basculante pasando por el manillar, las estriberas, las piñas eléctricas, las llantas, por supuesto el chasis tubular, la instrumentación digital… Y todo muestra un aspecto más que convincente, una fundición que parece impecable y con multitud de detalles propios de productos de un precio significativamente superior. Queda conocer cómo se conservarán con el paso del tiempo, pero su nivel de fabricación admite pocos peros.
Propulsor sencillo pero resultón
El motor también es de producción propia de Zontes, replicando mecánicas similares utilizadas, por ejemplo, en modelos de enduro. Se trata, por tanto, de un monocilíndrico de cuatro tiempos de carrera corta y cuatro válvulas, con un cubicaje de 310cc, refrigerado por agua y con algunos sistemas determinantes para su rendimiento y fiabilidad: dos bombas de engrase, dos radiadores, cilindro de aluminio o depósito de aceite en el tubo frontal del bastidor.
Su potencia es de 34,5 CV (utilizable así con el carnet A2), un rendimiento en la línea de su segmento y que es suficiente para la filosofía de una trail de iniciación. No se pueden esperar aceleraciones o reacciones fulgurantes, lo que tampoco significa que no se pueda circular a buen ritmo por carretera o desplazarse con mucha agilidad en ciudad. El cambio de seis velocidades facilita esta tarea y además cuenta con dos modos de configuración del mapa de inyección (desarrollada por Delphi), uno que prioriza la eficiencia de consumo y otro la respuesta más briosa del propulsor.
En elementos de seguridad tampoco ha escatimado el fabricante chino, con una iluminación completa por LED (incluyendo los intermitentes) y una gestión del antibloqueo de frenos a cargo de especialistas del prestigio de Bosch. Es un sistema desconectable para su utilización fuera del asfalto, aunque es cierto que la potencia del disco simple delantero es algo limitada en asfalto, se agradecería uno de mayor diámetro para mejorar la frenada a alta velocidad.
En definitiva, la Zontes T-310 se revela como una pequeña trail muy convincente, sobre todo al considerar que su precio final es de 4.495 euros. En su segmento sólo la Roya Enfield Himalayan es más barata (100 euros menos), aunque el enfoque de la moto india es bastante diferente en todos los sentidos y su nivel de equipamiento muy inferior. Porque esa precisamente es la otra seña de identidad destacable de la moto china, que además de presumir de calidad lo hace de un equipamiento completísimo a un precio imbatible.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.