Entre el empaque y la deportividad. El Ibiza y el Polo apuestan por la presencia, con una carrocería más ancha y trazos más cuadrados y rotundos que transmiten solidez. Y mientras el Seat adopta un frontal de aire más deportivo, el Polo prima más la elegancia y se acerca al estilo del Golf para identificarse con su hermano mayor.
El diseño del Fiesta, en cambio, apuesta a fondo por la deportividad y el dinamismo con un frontal en cuña de trazos suaves y afilados y una parrilla hexagonal inspirada en Aston Martin. Y los trazos suaves y ascendentes se mantienen en la vista lateral y la zaga.
El Suzuki es el más pequeño y tiene un diseño original, aunque más discreto, en el que destacan las medidas generosas de la parrilla frontal. Pero adopta una silueta más alta y cuadrada, aunque con los picaportes de las puertas traseras camuflados para rejuvenecer su imagen.
El diseño interior no sorprende en ninguno. El Seat y el VW priman más la funcionalidad que el estilo, y destacan por su practicidad, porque tienen todos los mandos a mano donde se espera. El Ford aporta un aire más moderno y alegre, y es el menos convencional, pero a cambio de un menor empaque. Y el Suzuki es el más discreto, con trazos rectos y sencillos que crean un ambiente y estilo más austeros y tradicionales.
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