Hace un tiempo el binomio formado por BMW y Toyota se puso como objetivo volver a generar juego en el terreno de los deportivos. El alemán utilizaría el proyecto conjunto para devolver a la vida el Z4 y el japonés para resucitar a un mito como el Supra. Habrá que esperar un poco para conocer el modelo nipón, pero el concurso de elegancia Pebble Beach ha visto nacer al BMW Z4 Concept, prototipo del que no distará mucho el modelo de producción que llegará al mercado en primavera de 2018.
Y es que, a pesar de su naturaleza de concept, la marca germana ha creado un descapotable que podría echar a rodar por las calles tal y como está con apenas unos pequeños cambios. Relajará algo su imagen, está claro, pero solo los retrovisores (demasiado grandes y alargados) y las jorobas tras los asientos (que dejarán su sitio a la capota de lona) serán completamente reemplazados.
El conjunto es de un diseño exquisito, largo, bajo y que no evita enseñar músculo siempre desde una perspectiva con clase. El largo capó capta la atención de la vista, y el combo formado por la vistosa parrilla de doble riñón y el agresivo paragolpes de fibra de carbono hacen el resto. Su vista lateral es realmente atlética y finaliza en una trasera rotunda, que combina detalles minimalistas como los finos pilotos como con unas masivas salidas de aire y un difusor nada discreto.
Como suele ocurrir, es el habitáculo el que tiene más visos de sufrir cambios en su paso a producción, aunque en este caso BMW tampoco se ha pasado de futurista. Lo más llamativo es la división del interior en dos ambientes claramente diferenciados: puesto de conducción en cuero negro y de copiloto a juego con el exterior. La marca afirma que esto ayuda a concentrarse al conductor en conducir, con una distribución de los elementos (volante, cuadro de instrumentos, HUD y consola central) orientada a que desvíe la atención de la carretera lo menos posible.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.