El Mustang es un deportivo tan popular en Estados Unidos como el Porsche 911 aquí. Los europeos lo han visto a lo largo de sus 50 años de vida en todo tipo de películas -como Bullitt, con Steve McQueen el volante, enfrascado en una frenética persecución- pero hasta ahora nunca se había podido adquirir en un concesionario oficial, con la garantía y servicios de Ford. Esta es la primera vez que la marca lo va a importar (llega en julio a España) y por fin los aficionados europeos a los coches deportivos podrán disfrutar uno de los grandes iconos de la industria americana: nació en 1965 y ha superado ya los nueve millones de unidades vendidas.
La sexta generación de este mítico cupé mantiene su planteamiento de muscle car estadounidense, y ofrece una imagen llamativa y una mecánica poderosa a precios ajustados, dejando un poco de lado la calidad interior y la finura al volante. La versión de acceso, con motor 2.3 turbo de 317 CV, cuesta 37.000 euros y se sitúa como uno de los cupés potentes más asequibles del mercado. La superior, con el clásico 5.0 V8, sube a 421 CV y sale por 44.000 euros, menos de la mitad que el 911 más barato (350 CV).
La nueva entrega sigue teniendo un tacto algo tosco para los gustos europeos, con detalles superados como la dureza del cambio manual. Pero transmite sensaciones contundentes y ofrece una relación imbatible entre imagen, potencia y precio. Además, ha evolucionado frente a los Mustang anteriores e incluye ya suspensión trasera independiente (llevaba casi el mismo eje rígido desde la época de Jimmy Carter), que mejora su comportamiento y lo convierte en un deportivo más preciso y gratificante. La potencia se envía a las ruedas traseras y viene de serie con diferencial autoblocante, que evita pérdidas de tracción y refuerza su eficacia en conducción deportiva. La versión turbo ofrece ya una sonoridad y prestaciones elevadas, pero el motor V8 impacta por su implacable bramido y fulgurantes aceleraciones: 4,8 segundos de 0 a 100 km/h (5,8 el otro). Y los consumos son razonables, ocho y 13,5 litros de media oficial, que suben a unos 10 y 15, respectivamente, en condiciones normales.
Descapotable: más encanto y comodidad
Fastback o cupé y Convertible o descapotable, con capota eléctrica. Son las dos carrocerías que ofrece el Mustang 2015 y ambas comparten un tamaño generoso -4,78 metros de largo y 1,92 de ancho- y una imagen sugerente. Pero mientras el cupé muestra un toque más deportivo, el cabrio transmite un mayor encanto y lo confirma con una puesta a punto más inclinada hacia el confort. Las dos incluyen 2+2 plazas, las traseras más pequeñas y solo aptas para niños y adultos bajos. El cupé se vende desde 37.000 euros, y el descapotable, a partir de 41.000.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram