En mayo de 2021 Rolls-Royce presentó el que a día de hoy sigue siendo el coche nuevo más caro de la historia: el Rolls-Royce Boat Tail, un modelo que costó 20 millones de libras, es decir, 23 millones de euros al cambio actual.
Con dicha tarifa, lo lógico era pensar que se trataba de un coche único e irrepetible, pero nada más lejos de la realidad: la marca británica anunció que se trataba de un proyecto con tres ejemplares que, eso sí, tendrían cada uno unas especificaciones únicas configuradas al gusto de su propietario.
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Ahora, con motivo del Concorso d’Eleganza Villa d’Este 2022, se ha dado a conocer la segunda unidad del trío. Será la última que salga a la luz, puesto que la firma ha comunicado que el tercer comprador ha pedido que su Boat Tail no se muestre en público.
Básicamente es el mismo modelo, desarrollado sobre un Rolls-Royce Phantom, y lo que cambian son los acabados, materiales y la elección cromática. En este caso el leitmotiv del coche de lujo es la “madre perla”, elegido porque el padre del comprador comenzó su carrera de éxito en la industria de las perlas.
El color del coche más caro del mundo
De esta manera, Rolls-Royce apunta que el color exterior principal de la carrocería combina el rosa suave con las tonalidades que se pueden encontrar en el interior de las ostras. Además, añade partículas de bronce y mica blanca para conseguir un acabado nacarado que consigue variar el color en función de la luz exterior.
Las llantas combinan este tono como un gris oscuro, que también está presente en las secciones inferiores tanto de los paragolpes como de los faldones laterales. El frontal, alrededor de la parrilla, y el capó lucen un tono marrón brillante y la capota rígida desmontable es de color chocolate.
El detalle más llamativo sigue siendo el maletero, inspirado en una cubierta de barco, hecho de madera con listones metálicos y que se abre al estilo “alas de gaviota”. Dentro hay todos los enseres necesarios para hacer un pícnic de lujo: cubertería, vajilla, copas, dos pequeños taburetes y hasta una sombrilla.
Su apartado mecánico es el de serie en el Phantom, empleando el conocido motor 6.75 V12 biturbo de 563 CV de la marca.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.