El coche que ha batido el récord de velocidad marcha atrás con una cifra increíble

El Rimac Nevera se siente como pez en el agua a la hora de establecer Récord Guinness: ha mediados de año consiguió batir 23 en un solo día. Empieza a quedarse sin marcas de velocidad que batir, pero ahora ha sumado otra a su palmarés: es el coche más rápido del mundo circulando marcha atrás.

Ésta funciona, normalmente, a bajas velocidades para hacer maniobras lentas como aparcamientos. De hecho, la inmensa mayoría de los conductores tienen mucho cuidado al ir macha atrás porque la percepción que se tiene es muy distinta a la habitual yendo hacia adelante.

Sin embargo, el modelo de Rimac ha conseguido alcanzar una velocidad que el 99% de los coches del mundo no logra ni soñar siquiera yendo adelante: 275,74 km/h.

Esto es posible por la configuración eléctrica del hiperdeportivo. Dado que no utiliza marchas al uso, si no que su sistema de propulsión está formado por cuatro motores independientes, uno por rueda, los 1.914 CV de potencia que estos desarrollan se pueden utilizar para ir en cualquiera de las dos direcciones.

El único impedimento para hacer que marcha atrás vaya tan rápido como hacia adelante se encuentra en el factor humano, puesto que no es nada sencillo alcanzar dichas velocidades en el sentido contrario al habitual.

De ponerlo a prueba se encargó Goran Drndak, quien explica que “durante la carrera, definitivamente tomó algo de tiempo acostumbrarse. Estás mirando hacia atrás viendo el paisaje alejarse cada vez más rápido, sintiendo tu cuello tirado hacia adelante en casi la misma sensación que normalmente tendrías al frenar con fuerza”.

Para lograr el récord se puso a los mandos de uno de los Rimac Nevera Time Attack Edition, de los que solo se han fabricado 12 unidades para todo el mundo.

Matija Renic, Ingeniero Jefe del programa Rimac Nevera, ha declarado: “Durante el desarrollo se nos ocurrió que el Nevera probablemente sería el coche más rápido del mundo en marcha atrás, pero nos reímos un poco. Después de todo, la aerodinámica, la refrigeración y la estabilidad no habían sido diseñadas para viajar hacia atrás a gran velocidad. Pero luego empezamos a hablar de lo divertido que sería intentarlo. Nuestras simulaciones mostraron que podíamos alcanzar más de 240 km/h, pero no teníamos mucha idea de cuán estable sería: estábamos entrando en un territorio inexplorado”.