Con un V12 atmosférico y un motor eléctrico que ofrecen en total 1.100 CV, junto con una suspensión de Fórmula 1, el Delage D12 pretende batir el récord mundial de velocidad en Nürburgring. Un reto detrás del cual aparece más de un siglo de historia automovilística.
En 1874, Pierre Louis Adolphe Delage nació en la verde campiña de Cognac, Francia. Entre algunos de los mejores viñedos del mundo, e hijo de un relojero, se graduó en Ingeniería en la cercana Escuela de Artes y Oficios. En 1905, tras conseguir apoyo financiero, fundó Delage, que alcanzaría gran fama en el mundo del automovilismo.
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Con una flota de coches de carreras construidos a mano y con motor V12, Delage consiguió varias victorias en las carreras de Gran Premio y récords mundiales de velocidad. Alcanzó su punto álgido en 1927, cuando su Type 15 S 8 ganó cuatro grandes premios de Europa, el Campeonato del Mundo y la Legión de Honor para su piloto Robert Benoist.
Sin embargo, los años de bonanza de Delage fueron pocos. A pesar de fabricar algunos de los coches más lujosos del mundo, la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial acabaron con la marca. A principios de los años cincuenta, tras ser vendida a Delahaye, Delage se desvaneció.
¿Quién ha resucitado la marca?
Laurent Tapie, hijo del empresario y político Bernard Tapie —propietario efímero de Adidas y luego, durante 1o años, del Olympique de Marsella, ganador de la Liga de Campeones— se va a encargar de sacar adelante la histórica marca francesa.
Y el vehículo que quiere encabezar este resurgimiento es el Delage D12, que cuenta con un gigantesco motor de 7,6 litros y 12 cilindros. Sus 990 CV se unen a los 110 CV de un motor eléctrico para originar una potencia de 1.100 CV. Con esto puede alcanzar los 360 km/h de velocidad máxima.
El D12 lleva una carísima suspensión que revolucionó la Fórmula 1 hace dos décadas. Por último, la innovación más destacada del deportivo es la posición central de los asientos. Están colocados uno detrás del otro, como en un avión de combate.
El nivel tan alto de este coche se debe a la victoria de Tapie en una carrera de aficionados organizada por Porsche en 1996, en la que el primer premio consistía en conducir un coche de Fórmula 1. Le impresionó de tal forma que ese día se prometió construir un F1 homologado para la calle.
Objetivo del D12
El objetivo de los desarrolladores del D12 es establecer el récord mundial de vuelta en Nürburgring. Y es que el D12 tiene más potencia que los últimos poseedores de la marca, el Lamborghini Aventador SVJ y su sucesor, el Mercedes-AMG GT Black Series. También es más ligero que ambos. Aunque alcance el éxito, no será en puridad el modelo con la velocidad máxima más alta, honor que corresponde al Bugatti Chiron Super Sport 300+.
La etapa final del desarrollo del hipercoche híbrido, de 2,18 millones de euros, será la entrega de las llaves al campeón de F1 Jacques Villeneuve para que intente la proeza. Ese es el precio de la segunda unidad y hasta la trigésima, ya que solo se construirán 30.
La primera no se pondrá a la venta, sino que se subastará. Para el resto habrá dos versiones posibles, la GT más orientada a carreteras abiertas, y la Club, pensada para uso y disfrute en circuito.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.