Cuando Ferrari presentó el 488 Pista consiguió el hito de crear su deportivo con motor V8 más potente, y ahora que se ha estrenado la versión Spider en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, lo más destacado es que se trata del descapotable número 50 que ha fabricado la marca de Maranello en su historia. La compañía ha optado por un formato de techo duro desmontable en lugar de algún tipo de capota de lona, ya fuera con mecanismo hidráulico o manual, por el sencillo motivo de intentar reducir al mínimo el aumento de peso que experimentan estas versiones por los refuerzos estructurales que precisan.
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Para ayudar en la tarea se ha empleado todavía más aluminio y carbono, se han reemplazado las alfombrillas por finos paneles del mismo metal y se ha reemplazado el tirador de la puerta del conductor por una maneta. Y todo ello ha servido para conseguir su objetivo ya que, aunque es más pesado que el cupé, solo sube la marca sobre la báscula en 100 kilos para situarse en 1.380.
Esto ayuda a que consiga una relación peso/potencia de 1,92 kg/CV, ya que utiliza el mismo motor que el cupé. Se trata de un bloque V8 de 3.902cc que desarrolla 720 CV de potencia y 770 Nm de par máximo. Ferrari no ha desvelado cuáles son sus prestaciones, pero a priori deberían ser algo peores que las de la versión de techo cerrado, que hay que recordar que eran una aceleración 0-100 km/h en 2,85 segundos, 7,6 para alcanzar los 200 km/h y una velocidad máxima de 340 km/h.
Además, cuenta con la misma dotación tecnológica que busca hacerlo más dócil y amigable para llevarlo al límite: suspensiones magnetoreológicas, Ferrari Dynamic Enhancer, F1-Trac, diferencial electrónico E-Diff3 y Side-Slip Angle Control.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.