Polaris Slingshot, un ‘juguete’ deportivo que ahora gana potencia

El peculiar coche de tres ruedas estrena el motor 2.0 Prostar que en su versión superior entrega hasta 203 CV.

Polaris Slingshot

El Polaris Slingshot recibe cambios estéticos y mejora su habitáculo.

El Polaris Slingshot es, probablemente, uno de los vehículos más peculiares a la venta en el mercado actual: de corte deportivo, cuenta con solo tres ruedas (dos delante y una detrás), es biplaza y descapotable. Estos rasgos sirven para diferenciarle y que sea un automóvil único, pero la marca quiere seguir perfeccionando su modelo y acaba de presentar una importante actualización para este nuevo año.

Lo más importante es el cambio mecánico. El modelo empleaba antes un bloque de General Motors y ahora utiliza un propulsor creado por la propia marca, un 2.0 que recibe el nombre de Prostar. Cuenta con componentes del conocido V8 que utilizan los Mercedes-AMG.

Está disponible en dos niveles de potencia. El acabado básico (SL) llega a los 180 CV y los 162 Nm de par máximo; el superior, llamado Slingshot R, suben hasta los 203 CV y 195 Nm. Aunque cuenta con 24 Nm menos que el mencionado motor 2.4 de General Motors, a su favor tiene que desarrolla 30 CV más y que su comportamiento es mucho más suave, y además es capaz de funcionar en un régimen de revoluciones más amplio, con su techo en las 8.500.

Ambas variantes se asocian de serie a una caja de cambios manual, pero opcionalmente pueden instalar una manual robotizada. El SL pesa 752 kilos y el R se queda en 743 con la transmisión manual (750 con la robotizada). En el mejor de los casos, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos.

La novedades, eso sí, no se quedan en el aspecto mecánico: los faros son más finos, los asientos son nuevos, se ha rediseñado el volante y ahora tiene un sistema de infoentretenimiento con pantalla de siete pulgadas y dispone de cámara trasera.

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Mario Herráez

Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.

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