El Toyota GR GT es la culminación del trabajo que la división GR de Toyota ha desempeñado durante los últimos años. La marca japonesa ha creado una gama deportiva, una identidad, a través de diversos modelos para segmentos diferentes, desde los de acceso (GR Yaris) a los superiores (GR Supra). El GR GT juega en otra liga, a un nivel más, el de los superdeportivos.
Han pasado varios años desde el prototipo que supuso la gestación del proyecto, pero ya es una realidad y la firma va tan en serio que incluso ha presentado una variante con la que entrará a competir en campeonatos de GT3.
Más información
Su diseño es muy llamativo porque, pese a ser un biplaza, es un vehículo de grandes dimensiones, muy largo y ancho, pero también realmente bajo, lo que resulta en unas proporciones tremendamente deportivas.
Su longitud alcanza los 4,82 metros, pero apenas levanta 1,19 metros del suelo, anticipando una posición de conducción en la que el piloto irá bastante tumbado. Toyota habla de un peso de 1,75 toneladas gracias al uso de materiales ligeros como la fibra de carbono o un chasis de aluminio, pero en su comunicado afirma que todavía hay margen para recortar algunos kilos extra.
La compañía ha conseguido una imagen que, dentro de su deportividad, tampoco está exenta de elegancia. Lo que resulta más llamativo es el largo capó, que parece no acabarse y empieza en una posición muy baja, con un frontal con unos estilizados faros y grandes entradas de aire.
Los musculosos pasos de rueda acogen unas llantas de 20 pulgadas de radio fino, que dejan ver unos enormes discos de freno carbocerámicos, y en la zaga el alerón es pequeño y de tipo ‘cola de pato’, los pilotos son esculturales y el difusor, que parece salido de competición, hace hueco a dos escapes dobles.
Deportividad y elegancia
En el habitáculo se mantiene el mismo enfoque combinando los colores negro y rojo característicos de GR. El volante está forrado en cuero, achatado en la parte inferior y luce costuras de contraste. Tras él hay un cuadro de instrumentos digital de gran tamaño, la pantalla central está precedida por una fila de controles físicos y el salpicadero está tapizado en Alcantara.
Por primera vez en un Toyota GR, el sistema de propulsión utilizado es híbrido. El elemento central es el motor 4.0 V8 biturbo, pero cuenta con el apoyo de un bloque integrado en la transmisión automática de ocho marchas. Completa el conjunto la tracción trasera. De esta manera consigue 650 CV de potencia y 850 Nm de par, suficiente como para superar los 320 km/h de velocidad punta.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.