Los dummies que se ven en las pruebas de choque de automóviles son los héroes silenciosos de la lucha por aumentar la seguridad de todos los pasajeros de un vehículo. Estos maniquíes antropomórficos, diseñados para simular el cuerpo humano en accidentes, han salvado innumerables vidas al proporcionar datos cruciales sobre cómo mejorar la seguridad de los vehículos.
¿Qué son los ‘dummies’?
Los dummies, también conocidos como ‘maniquíes para pruebas de choque’, son réplicas a escala humana utilizados en simulaciones de accidentes de tráfico.
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Su propósito es imitar las respuestas físicas del cuerpo humano durante el impacto, lo que permite a los ingenieros evaluar los efectos de las colisiones y mejorar los diseños de seguridad de los vehículos.
Estos maniquíes están equipados con sensores que registran datos sobre la fuerza del impacto, la aceleración y la presión en diferentes partes del cuerpo.
Materiales de fabricación
La fabricación de dummies implica el uso de diversos materiales para replicar con precisión las propiedades físicas del cuerpo humano. Los materiales más comunes incluyen polímeros, acero y otros compuestos avanzados.
Los polímeros se utilizan para imitar la flexibilidad y la resistencia de los tejidos humanos, mientras que el acero y otros metales proporcionan la estructura necesaria asemejando los huesos, para soportar las fuerzas de impacto.
Además, los dummies están equipados con sensores electrónicos y acelerómetros que capturan datos detallados durante las pruebas de choque y que luego servirán para que los ingenieros valoren en qué puntos debe mejorar el vehículo y como se minimizarían los daños.
Tipos de ‘dummies’
Existen varios tipos de estos ‘muñecos de pruebas’, cada uno diseñado para simular diferentes escenarios y tipos de cuerpos. Por ejemplo, el modelo ‘HYBRID III’ es uno de los más utilizados y está diseñado para representar a un adulto promedio.
Otros modelos, como el ‘CRABI’, están diseñados para simular a niños pequeños y evaluar la efectividad de los sistemas de retención infantil.
También existen dummies específicos para pruebas de impacto lateral y trasero, como el ‘SID’ y el ‘BioRID’, que ayudan a analizar los efectos de estos tipos de colisiones en el cuerpo humano.
Vida útil de estos maniquíes
Los dummies tienen una vida útil limitada, generalmente de unos tres años, durante los cuales son sometidos a numerosas pruebas de choque.
Después de cada prueba, estas ‘réplicas de seres humanos’ son inspeccionadas y recalibradas para asegurar que sigan proporcionando datos precisos.
Sin embargo, con el tiempo, el desgaste y los daños acumulados pueden afectar su precisión, por lo que eventualmente deben ser reemplazados.
¿Qué pasa con los ‘dummies’ usados?
Una vez que los dummies han cumplido su ciclo de vida útil, no son simplemente desechados. Muchos de ellos son reciclados o utilizados para piezas de repuesto.
Además, los datos recopilados durante su uso son archivados y analizados para futuras investigaciones y mejoras en la seguridad de los vehículos. En algunos casos, los dummies retirados son donados a instituciones educativas para su uso en programas de formación y capacitación.
¿Cómo será el futuro?
La tecnología de estos maniquíes ha avanzado mucho desde su creación. Hoy en día, los dummies virtuales están ganando popularidad. Estos modelos digitales permiten realizar simulaciones de choques sin necesidad de maniquíes físicos a bordo de los vehículos, lo que reduce costos y mejora la eficiencia de las pruebas.
El software THUMS (Total Human Model for Safety o modelo humano para la seguridad integral) de Toyota, por ejemplo, permite simular con gran precisión las consecuencias de los accidentes en el cuerpo humano, incluyendo estructuras óseas, órganos internos y musculatura.
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