Seco. Breve. Que dé sensación de estanqueidad. Que transmita calidad. Algo tan simple como cerrar la puerta de un coche tiene mucho más misterio de lo que pudiéramos imaginar. Es así como debe sonar esta operación cotidiana para cualquier automovilista y es a lo que se dedican los ingenieros del departamento de acústica de SEAT, al igual que hacen en el resto de las marcas de sector buscando productos próximos a la perfección también en cuanto al sonido de sus componentes.
Núria Pellisé es la ingeniera responsable de esta tarea en la compañía española y su prioridad está bien definida: “Para que un sonido sea el adecuado no deber ser ni excesivamente elevado ni destacar por encima del resto. Tampoco puede ser demasiado estridente o muy grave”. Nada escapa al control de su departamento, nada es casual: los intermitentes, los limpiaparabrisas, las puertas, el motor…
Por supuesto no se evoluciona en base a apreciaciones subjetivas, sino que un dummy equipado con dos micrófonos con una ecualización similar al del oído humano permite analizas las diversas posibilidades. Se graban los sonidos, se escuchan en una sala de alta fidelidad y se elige el más convincente. El objetivo es la armonía entre los diferentes elementos, el confort de los ocupantes del vehículo y la sensación general de calidad de la que debe hacer gala cualquier coche con aspiraciones al éxito comercial.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.