La conducción autónoma tiene como objetivo último que las carreteras sean más seguras. Para que esto ocurra, además de perfeccionar la capacidad de guiado de cada coche, es imprescindible tanto la comunicación entre estos como la de los vehículos con la infraestructura. Basándose en este último concepto, Honda ha desarrollado el ‘Smart Intersection’.
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Se trata de un sistema que busca limitar la cantidad de accidentes que se producen en los cruces, que suponen una cifra bastante elevada en muchos países (en Estados Unidos llegan al 40%). Para ello combina el software de reconocimiento de objetos de la marca nipona con cámaras ubicadas en las intersecciones y con las comunicaciones Vehículo con Todo (VTX) que engloban las mencionadas más arriba.
Las cámaras se encuentran montadas sobre los semáforos, en las cuatro direcciones, para crear una imagen de 360 grados del cruce. Después, se clasifica todo lo que se mueva en las imágenes: peatones, ciclistas, tipo de vehículo, etc., y la información recopilada se manda a los coches cercanos. Estos reciben los datos y son informados sobre si a la vuelta de la esquina hay una persona cruzando la calle o si viene un vehículo de emergencias, por ejemplo, reduciendo las posibilidades de que se produzca un accidente.
Ted Klaus, vicepresidente de i+D de Honda America, apunta que “la tecnología V2X es un componente esencial de un ecosistema de transporte más seguro e inteligente y puede jugar un papel importante es nuestro sueño de una sociedad sin accidentes”. También cree que “su investigación nos dará un mejor entendimiento de cómo las tecnologías V2X pueden avanzar y ser desplegadas de una manera más efectiva para el beneficio de todos los usuarios de las carreteras”.
La marca llevará a cabo un proyecto piloto en la ciudad estadounidense de Marysville, donde se estudiará su viabilidad y se perfeccionará la tecnología usando 200 vehículos, con vistas a aplicarla a futuros modelos de producción.
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