Parecía que las nuevas normas anticontaminación, en especial la de la Unión Europea que limitará a partir de 2020 las emisiones medias de las gamas de cada marca a solo 95 g/km de CO2, iban a meter en el baúl de los recuerdos a los grandes todoterrenos devoradores de combustible. Pero no va a ser así, o al menos eso parecen indicar las informaciones filtradas sobre los lanzamientos que preparan algunas marcas de prestigio. Y la clave de su viabilidad puede estar en las nuevas mecánicas híbridas enchufables o Plug-in que van a proliferar en los próximos años. Es el caso de los Audi Q9, BMW X7 y Bentley Falcon, que superan con creces los cinco metros de largo, aunque todavía no se ha confirmado su fabricación.
La silueta cupé del BMW X6 ha creado escuela y Mercedes lanzará en junio el GLE, su alternativa. Audi también tendrá listo el nuevo Q7 para esas fechas
De cualquier forma, los todoterrenos grandes siguen teniendo su mercado y, aunque las ventas han caído en Europa, se mantienen en buena forma en Estados Unidos y muchos países emergentes, desde China y Rusia hasta los del golfo Pérsico. Y los fabricantes no van a renunciar a un bocado tan rentable.
A medida que las marcas más exclusivas han completado sus gamas de todoterrenos de todos los tamaños, ha empezado a llegar una nueva generación de estilo más joven y ligero inspirada en la línea de los cupés. Todos siguen el camino del pionero, el primer BMW X6 de 2008. Y en 2014 ha llegado el X4, su hermano pequeño, que viene a ser algo así como la reinterpretación deportiva del X3. Pero aparte de una imagen muy conseguida, ofrece un comportamiento más ágil y eficaz, sobre todo en zonas viradas.
La ofensiva de BMW incluye también la segunda generación del X6, que se presentó hace unos meses, pero no llegará a España hasta principios de 2015 (desde 74.400 euros). Y aunque a primera vista se parece mucho al modelo anterior, según BMW es un coche nuevo. Por lo demás, evoluciona su estética y cuesta entre 3.000 y 7.000 euros más que el X5 del que se deriva. La respuesta de Mercedes a este modelo se llama GLE y saldrá en junio. Compartirá la base mecánica del Clase M actual, pero con una carrocería de silueta cupé inspirada en el espectacular prototipo Concept Coupé SUV presentado en varios salones.
La oferta de todoterrenos deportivos exclusivos se podría completar este verano con el Maserati Levante, que compartirá una evolución de la base mecánica del Jeep Grand Cherokee y se fabricará en EE UU con motores Ferrari. Además, Range Rover prepara una versión potenciada para el Sport con unos 600 CV.
Audi Q7 y Volvo XC90
En un formato más clásico Audi sacará en junio el nuevo Q7. Mantendrá la longitud en cinco metros, pero con una construcción más ligera para bajar de forma apreciable el consumo y con una versión híbrida enchufable.
Destaca también la segunda entrega del veterano Volvo XC90, a la venta desde 2001. El nuevo estará disponible en primavera (desde 59.500 euros) con las siete plazas que le distinguen. Mide 4,95 metros, y busca la eficiencia con una carrocería de estilo limpio y elegante, pero más baja que la anterior, y con una aerodinámica récord en estos coches (CX: 0,30). Y añade un peso ajustado para su tamaño (desde 2.000 kilos), motores cuatro cilindros con turbo y una versión T8 híbrida enchufable de 400 CV (79.950 euros).
La propuesta de Ford es el Edge, que se inspira en los Range Rover y llegará a final de año con dos motores turbodiésel de 180 y 210 CV. Kia también tendrá listo el nuevo Sorento para las mismas fechas, finales de año. Y aparte de ofrecer una línea más afilada y con mayor clase, contará con versiones de siete plazas.
Por lo demás, BMW lanzará los X5 y X6 M con motor 4.4 V8 biturbo de 575 CV en primavera. Y entre los modelos japoneses Mitsubishi actualizará el Outlander en julio con retoques estéticos y de interior, y Nissan no ha anunciado aún si traerá el nuevo Murano a Europa este año.
Diez marchas para gastar menos
La idea es simple: cuantas más marchas, menos revoluciones en el motor y menos consumo, especialmente al utilizar las relaciones más largas en los viajes por autopista. Varios fabricantes cuentan ya con cambios automáticos de ocho marchas, como Audi, BMW, Jaguar, Porsche y VW, entre otros. Mercedes y Land Rover han estrenado en 2014 transmisiones de nueve velocidades y, de cara a los años venideros, tanto Ford como VW preparan cajas con 10 marchas.
Según ZF, el fabricante especializado que surte a Land Rover sus cambios de nueve velocidades, esta última relación permite reducir el gasto hasta un 16% frente a una transmisión de seis relaciones. Y es que tiene un desarrollo de 70 km/h por cada 1.000 revoluciones, lo que permite rodar a 120 km/h sostenidos con el motor girando a poco más de 1.700 vueltas.
Mercedes va todavía más lejos y su caja de nueve marchas tiene un desarrollo en la última relación de casi 90 km/h por cada 1.000 revoluciones, estabilizando el motor en apenas 1.350 vueltas a 120 km/h.
Las próximas transmisiones de 10 velocidades no tienen por el momento fecha de salida, aunque no deberían tardar, porque la mejora en eficiencia que aportan es un avance vital para poder alcanzar el objetivo de emisiones marcado por la UE para 2020: la gama de modelos de cada fabricante no podrá emitir, de media, más de 95 g/km de CO2.
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