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Obras mastodónticas las hay en todos los países. Algunas tienen más sentido que otras, pero este tipo de infraestructuras gigantescas, que parecen desafiar la lógica y la física, suelen responder a necesidades de movilidad concretas.
Un gran ejemplo de ello es el túnel del Canal de la Mancha o las súper autovías chinas que se elevan a cientos de metros sobre el suelo, dibujando intrincadas intersecciones. Ahora, de cara a los años que están por venir, hay un nuevo proyecto que ilusiona a ingenieros, arquitectos y empresarios.
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La autovía que despista hasta los GPS más precisos: parece un Scalextric y cualquiera puede perderse en ella La nueva idea es construir un enorme túnel que una Estados Unidos con Europa, cruzando el Atlántico. Esta obra dejaría muy atrás lo conseguido con el túnel del Canal de la Mancha, que cubre una distancia de 50,5 kilómetros, siendo 39 de ellos submarinos.
Es el segundo túnel submarino más largo del mundo, por detrás del construido en Japón. El túnel Seikan une las islas Honshū y Hokkaidō y tiene una longitud de 53 kilómetros, 23,3 de ellos submarinos. El conocido como Eurotúnel, que cruza el Canal de la Mancha, dispone de trenes para pasajeros y para automóviles, mientras que el de Seikan solo está habilitado para pasajeros y carga de mercancías.
El proyecto, que lleva unos meses rondando la red, realmente se remonta a una ilusión anunciada décadas atrás. Por ejemplo, el considerado padre de los cohetes modernos, el físico e ingeniero Robert Hutching Goddard, ya registró en su momento dos patentes respecto a la construcción de este túnel transtlántico.
Uno de los mayores obstáculos está en los costes que habría que asumir para construir este túnel. Se habla de unos 20 trillones de dólares, una cifra casi imposible de poner por escrito. No obstante, hay alguien que ha confirmado que podría reducir bastante el precio del túnel que una Estados Unidos con Europa, una declaración que haría esta obra más viable.
Elon Musk y su promesa de un túnel ‘más barato’
El anuncio lo ha hecho Elon Musk, fundador de Tesla y el empresario que ha conseguido disparar su riqueza por encima de los límites conocidos gracias a su asociación con el todavía por nombrar presidente de los Estados Unidos, el también controvertido Donald Trump.
Decir que el túnel sería más barato es una afirmación casi irónica. Es cierto que Elon Musk ha prometido que los costes serían menores, pero, aún así, la construcción de este túnel seguiría cifrándose en 20 billones de dólares.
En tren y en menos de una hora
Obviamente, el túnel que Elon Musk ha prometido construir por mucho menos dinero del previsto estaría transitado por trenes de alta velocidad, ya que resulta imposible plantearse un viaje en coche que lo recorra entero. El empresario prometió que uniría Londres con Nueva York, una distancia que cubre, en lína recta, 5.567 kilómetros. Harían falta al menos un par de días para recorrer ese kilometraje y, en un túnel bajo el oceáno, la sensación de claustrofobia se puede sentir desde la comodidad de casa.
En concreto, la idea es que por estos túneles transatlánicos, que conectarían Nueva York con Londres, circulen trenes de altísima velocidad que permitieran alcanzar una de las dos ciudades, desde la otra, en menos de una hora. Así, no solo sería necesario enfrentarse a las dificultades de construir un túnel bajo el Atlántico, sino diseñar la ingeniería ferroviara necesaria para conseguir cubrir más de 5.000 kilómetros en menos de 60 minutos.
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