Todas los fabricantes de automóviles tienen entre sus objetivos ofrecer coches cada vez más seguros. Volvo destaca entre ellos. Hace poco anunció que a partir de 2020 todos sus modelos tendrán una velocidad máxima limitada a 180 km/h. Y ahora el fabricante amplía a toda Europa dos funciones que utilizan en Suecia y Noruega desde 2016: la alerta de luces de emergencia y la alerta de firme deslizante.
El objetivo es que los Volvo se avisen entre sí de los peligros que encuentren en la carretera, algo que conseguirán compartiendo información mediante una red articulada en torno a la nube. Gracias al sistema, los vehículos pueden compartir datos e información en tiempo real.
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Como apunta Malin Ekholm, responsable del Centro de seguridad de Volvo Cars, esto “puede ayudar a evitar accidentes. Los propietarios de un Volvo contribuyen directamente a hacer las carreteras más seguras para los demás conductores que disponen de esta función, y al mismo tiempo se benefician de recibir alertas anticipadas sobre los posibles peligros que tienen por delante”.
La alerta de luces de emergencia hace que, en cuanto un coche las activa, se mande un aviso a todos los Volvo que circulen por los alrededores. De este modo, los conductores estarán atentos y se anticiparán a un posible peligro en zonas donde haya visibilidad reducida. Por otra parte, la alerta de firme deslizante provee información sobre las condiciones de la calzada, recogiendo datos y avisando a los conductores que se aproximan.
«Cuantos más vehículos intercambien estos datos en tiempo real, más seguras serán nuestras carreteras. Esperamos establecer más colaboraciones con socios que compartan nuestro compromiso con la seguridad», sentencia Ekholm.
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