El airbag (bolsa de aire, en inglés) es uno de los elementos de seguridad pasiva más presente en los automóviles, tanto como efectivo para evitar lesiones graves y muertes. Estas bolsas hinchables colocadas por diferentes zonas del vehículo protegen a los ocupantes en caso de accidente, así que su correcto funcionamiento es esencial para preservar esta garantía.
El mal estado de estos dispositivos se indica mediante el encendido de una luz, generalmente roja o naranja, en la instrumentación del coche. Un icono que suele representar a una persona con el cinturón de seguridad puesto y un circulo a modo de airbag, que luce cuando se detecta algún fallo en el sistema. También se activa al encender el contacto para apagarse a continuación, pudiendo comprobarse de este modo que funciona, que no está fundida.
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Cuando la luz de airbag se mantiene fija en la instrumentación indica un problema que requiere de la atención inmediata del conductor. Resulta común que se produzca esta situación simplemente porque el cinturón de seguridad no esta abrochado. Una vez comprobado que este no es el motivo hay otras razones a considerar:
- Si los sensores o los propios airbags tienen un problema de funcionamiento, se desactivará para que se encienda la luz y el conductor sea consciente de ello.
- Los cables que conectan los diferentes componentes de las bolsas de aire suelen ser origen frecuente de fallos en el sistema. Suelen pasar por debajo de los asientos delanteros y al moverlos puede ocurrir que se produzcan daños.
- Los sensores que detectan las colisiones o la presencia de un ocupante en un asiento tienen la precisión necesaria para cumplir con su función, por lo que son elementos delicados y que pueden verse alterados hasta el punto de indicar un fallo a través del testigo luminoso.
- La humedad no se lleva bien con ningún componente electrónico, así que si aparece en este sistema de seguridad también se traducirá en errores indicados en la instrumentación.
- El airbag del conductor, el frontal, dispone de una pieza específica para que el volante pueda girar. Y como cualquier otro componente suele deteriorarse con el paso del tiempo y exigirá su reparación o sustitución.
¿Qué hacer si se enciende la luz del airbag?
Nunca se debe circular con la luz del airbag encendida. Las razones obvias de seguridad exigen pocas explicaciones, el riesgo de sufrir lesiones en caso de accidente se incrementan de forma exponencial si estas bolsas de aire no cumplen con su tarea de protección.
Al margen de esta razón de enorme peso específico, tampoco se podrá pasar la Inspección Técnica de Vehículo (ITV) si los airbags no funcionan correctamente, circunstancia que el operario detectará de inmediato al observar el testigo encendido en la instrumentación.
Si el sistema presenta estos inconvenientes, desconociendo por si fuera poco su origen, podría darse el caso de que el airbag se activara de forma innecesaria mientras se conduce.
Una situación que, al menos, producirá lesiones en los ocupantes, sobre todo en el conductor, y sin descartar la posibilidad de un accidente con la percusión del dispositivo de forma inesperada. Y reponer o reactivar el dispositivo puede tener un coste importante para el usuario, en torno a los 500 euros.
Por todo ello, tan solo existe un opción cuando la luz de avería del airbag aparece en el tablero de relojes: acudir lo antes posible al taller o al servicio de postventa de la marca para que lo solucionen de inmediato. Solo un especialista, con los medios apropiados, puede detectar con certeza el origen del problema y proceder a su resolución.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.