Los coches completamente autónomos en circunstancias de conducción real todavía están muy lejos de ser una realidad. Sin embargo, en condiciones controladas ya hay experimentos muy avanzados y ahora, combinando esta tecnología con la Inteligencia Artificial, el Maserati MC20 ha conseguido rodar por sí mismo a más de 300 km/h.
El hito ha tenido lugar en el Centro Espacial Kennedy, en Florida, Estados Unidos, donde se dispone de una larga pista de despegue y aterrizaje de 4.572 metros que reúne las condiciones para poder llevar a cabo una prueba de estas características.
Más información
El intento se realizó dentro del marco del Indy Autonomous Challenge (IAC), que busca alcanzar la velocidad máxima con un coche completamente autónomo.
El modelo de Maserati ya había participado, alcanzando los 285 km/h para coronarse como el modelo de producción más rápido del mundo. Sin embargo, el récord absoluto lo tenía el IAC AV-21, un coche de carreras que logró llegar hasta los 310 km/h en el año 2022.
9 km/h más que el récord previo
El superdeportivo italiano consiguió arrebatarle el título y es que el ejemplar, guiado por la inteligencia artificial del Politecnico di Milano y modificado para funcionar de forma autónoma, alcanzó los 319 km/h sin que hubiera un piloto a bordo.
Paul Mitchell, CEO de Indy Autonomous Challenge and Aidoptation BV, explica: “Estos récords mundiales de velocidad son mucho más que un simple escaparate de la tecnología del futuro; estamos llevando el software de conducción con IA y el hardware robótico al límite absoluto. Hacerlo con un coche urbano es ayudar a trasladar los conocimientos de las carreras autónomas para permitir una movilidad autónoma segura, protegida, sostenible y de alta velocidad en las autopistas”.
Por su parte, Sergio Matteo Savaresi, director científico del proyecto y director del Departamento de Electrónica, Información y Bioingeniería del Politecnico di Milano, señala: “El objetivo de las pruebas de alta velocidad es evaluar el comportamiento de los robots especializados en la conducción en condiciones extremas. Estos sistemas de IA se han probado en vehículos de producción a velocidades legales en carretera en las carreras Indy Autonomous Challenge desde 2021”
“El equipo de AIDA utilizó la prueba para ampliar los límites de la conducción autónoma, mejorando la seguridad y la fiabilidad. Realizada en entornos controlados sin conductor, la prueba evalúa la estabilidad, la solidez y el tiempo de reacción de la IA, mejorando en última instancia la seguridad para situaciones de movilidad urbana a baja velocidad”, concluye.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram