Una mujer conducía su coche a 130 km/ h sin darse cuenta de que le faltaban la llanta y la rueda del lado del pasajero delantero, a pesar de que el coche emitía un fuerte sonido de fricción por el roce contra el suelo y de que otro conductor le grita para avisarle.
El coche rodaba apoyado sobre tres ruedas y con la puerta del maletero abierta. Su conductora no parece sorprendida o preocupada por ello. Las imágenes muestran que, minutos después, la automovilista se detiene fuera de la autopista.
El hombre que graba el vídeo, que enseña unas pastillas abandonadas en el asiento del piloto, la acusa de conducir bajo los efectos de las drogas y de ser un peligro para otros conductores.