Cualquier objeto suelto en el habitáculo puede convertirse en un elemento mortal. Tras un frenazo a 90 km/h, un ordenador portátil de dos kilos situado en la bandeja del maletero impacta con tanta fuerza contra los asientos delanteros como si fuera un oso de casi 300 kilos.
La Dirección General de Tráfico (DGT) añade otro ejemplo igual de gráfico: a 60 km/h, un pasajero de 75 kilos sin el cinturón de seguridad golpearía el asiento delantero con una fuerza equivalente a la de un elefante de 4,2 toneladas.
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Por seguridad de todos, los sistemas de retención deben ir siempre abrochados. Sin embargo, uno de cada cuatro muertos en turismo o furgoneta en 2022 no llevaba puesto el cinturón de seguridad en el momento del siniestro. Tampoco hacían uso del casco nueve ciclistas y cinco motoristas, según datos de la DGT.
Las consecuencias del efecto elefante las muestra un vídeo compartido recientemente por el Instituto de Seguros para la Seguridad Vial (IIHS, por sus siglas en inglés). El organismo estadounidense, similar al laboratorio Euro NCAP, comprueba la resistencia de los turismos en caso de siniestro.