Una mujer aparcó fuera de su panadería en Nantucket, Estados Unidos, y cuando regresó, la luneta del vehículo estaba completamente rota. Y el autor de los hechos no fue una persona; ni algún vengativo vecino o algún niño travieso, tampoco un perro o gato. La evidencia estaba justo en el asiento trasero.
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El misterio de la gaviota traviesa
La policía local tuvo la respuesta. Así lo cuentan en Facebook. “El sospechoso, ni siquiera era humano. Una gaviota habría dejado caer una concha de una almeja fresca desde lo alto en el aire, tratando de abrirla para comerla. Pero en lugar de golpear el pavimento, se habría estrellado contra la luneta del coche”.
De hecho, no es primera vez que sucede, pues los vecinos ya han visto situaciones similares. Y tiene todo el sentido, pues Nantucket es una isla al sur de Massachusetts con bastante aves.
De hecho, en otro vídeo se aprecia cómo una de estas aves coge una teja de un techo y con gran facilidad la traslada desde un sitio a otro volando. La noticia causó revuelo en la zona por la curiosidad y la magnitud del daño al vehículo.
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