Los Mossos d’Esquadra han denunciado este martes 9 de julio el incidente sucedido al intentar parar a un conductor en un control rutinario en la ciudad de Barcelona. Los agentes se encontraban parados en la avenida Meridana, una de las vías de salida y entrada a la ciudad, y no se podían esperar lo que les iba a suceder.
Ante el aumento de robos de cobre en la zona, los Mossos organizaron un control de vehículos en Barcelona para detectar posibles sustracciones de este metal. El desarrollo del control evolucionaba sin incidentes hasta que un conductor complicó la tarde y montó un espectaculo que acabó con daños materiales y personales.
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Este conductor, al darse cuenta del control policial, decidió cambiar el sentido de marcha y huir del lugar. Todo para evitar, obviamente, enfrentarse al registro de los Mossos d’Esquadra, quienes no descubrieron el motivo de su rápida huida hasta que consiguieron atraparlo.
Los agentes, al darse cuenta de sus intenciones, iniciaron a perserguirlo para intentar darle el alto, dando lugar así a una persecución policial. Dentro de su huida frenética, el conductor del coche acabó embistiendo un coche de un ciudadano y dos de patrulla de los Mossos, uno oficial y otro de secreta, dejándolos a ambos con serios daños. Es más, durante su fuga, también hirió a tres agentes, aunque los Mossos no han dado información sobre la gravedad de las lesiones.
Positivo en alcohol y drogas
Al final, después de los choques, este conductor intentó marcharse del lugar de los hechos caminando, como explica la publicación de los Mossos. No obstante, los agentes acabaron deteniéndolo.
Al realizar el perceptivo control de alcoholemia, da positivo tanto el alcohol como en drogas. Normal que no quisiera parar en el primer control. Las multas por conducir bajo los efectos del alcohol empiezan en los 500 euros, mientras que por drogas son 1.000 euros o incluso penas de cárcel.
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