La tentación de usar los carriles de la carretera que están reservados para ciertos vehículos con el fin de evitar un atasco es grande. Tanto que, a veces, los conductores no pueden resistirse a cometer pequeñas tretas para circular por ellos. Hay una especialmente popular dentro y fuera de España.
Más información
Los carriles para los vehículos de alta ocupación, conocidos en España como Bus-VAO y High Occupancy Vehicle (HOV) en Estados Unidos, nacieron para reducir el nivel de tráfico y también la contaminación. Es una opción muy habitual para evitar los atascos.
Suelen tener las mismas normas en todos los países. La principal es que el vehículo debe llevar, como mínimo, un par de ocupantes: no obstante, en algunos momentos del día, su uso puede restringirse al transporte público, a vehículos de emergencia, a los destinados a trabajos en la vía…
Esta prohibición suele desatar la creatividad de los conductores y ha dado pie al truco del maniquí. Consiste en usar estas figuras vistiéndolas para la ocasión para que parezcan personas reales. Una ocurrencia sancionada con 200 euros.
En España, varias personas han aplicado esta táctica para entrar al Bus-VAO de la A-6 que da acceso a Madrid por la carretera de A Coruña. Es complicado saber con qué frecuencia funciona el truco del maniquí, ya que sólo se conocen los casos en los que los conductores son interceptados por esto o por no respetar otras normas.
En EEUU han sido noticia varios conductores que emplearon este truco en los carriles para los vehículos de alta ocupación. Allí, la sanción mínima es de 50 dólares (43,99 euros, según el cambio actual). Esta cantidad puede llegar a ser de 490 dólares (431 euros) para los reincidentes.
Las autoridades estadounidenses han recordado, en alguna ocasión, que “el carril HOV está reservado para vehículos con dos o más pasajeros humanos: maniquíes, perros y amigos imaginarios no cuentan. El objetivo es mantener nuestras carreteras seguras y que se respeten las normas de tráfico”.
Para eludir radares
Circular por el carril Bus-VAO no es la única utilidad que los conductores han dado a los maniquíes. Un radar móvil ubicado en la autopista A45, que une Dortmund y Fráncfort, interceptó un coche que circulaba 11 km/h por encima del límite de velocidad.
Cuando se procesaron las imágenes en la jefatura de policía de Dortmund, los agentes se encontraron con el Monstruo de las Galletas al volante. O, mejor dicho, con alguien que se había colocado una máscara del citado personaje para no ser reconocido por las cámaras de los radares e intentar, así, evitar la sanción.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.