Una mujer ha protagonizado una escena surrealista en un parking de A Coruña. Todo ocurrió en el Garaje Madrid, situado bajo la plaza de San Pablo, cuando la conductora, al volante de un Mercedes GLC Coupé que ronda los 63.500 euros, se negó a pagar el estacionamiento.
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Lejos de buscar una solución, decidió bajarse del coche y arrancar la barrera de acceso del estacionamiento con sus propias manos sin pensánserlo dos veces, dejando atónitos a los presentes. Acto seguido, la conductora volvió a subirse a su coche con total normalidad, como si nada hubiera pasado.
Lo que ella no imaginaba es que toda la secuencia quedó grabada por las cámaras de seguridad del recinto. Las imágenes, que ya circulan en redes sociales, muestran cómo la mujer fuerza la estructura hasta desprenderla, provocando daños en la instalación y generando un incidente.
¿A qué tipo de cargos se enfrenta?
Este tipo de acciones puede acarrear consecuencias legales importantes. Según el Código Penal español, arrancar una barrera se considera un delito leve de daños, sancionable con una multa de 1 a 3 meses o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la obligación de pagar la reparación de los desperfectos.
A ello se suma la posible denuncia del estacionamiento y una sanción administrativa, que puede elevar la cuantía a varios cientos o incluso miles de euros, dependiendo del valor de los daños.
Los comentarios en redes sociales no han tardado en aparecer, y la mayoría coinciden en lo mismo: nadie entiende cómo alguien que conduce un Mercedes, un coche de alta gama, puede negarse a pagar el estacionamiento y terminar arrancando una barrera.
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