Las señales que cuelgan sobre autovías y autopistas están ahí para guiar a los conductores, pero no siempre lo consiguen. A veces la información llega tarde, mal o simplemente no se entiende. ¿El resultado? La gente se pierde o se salta la salida. Uno de ellos se hartó de vivirlo en primera persona… y decidió tomar cartas en el asunto a su manera.
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El tráfico de Los Ángeles (Estados Unidos) no tiene buena fama. La autopista 110 atraviesa esta ciudad en su camino desde Long Beach hasta el Pasadena y a lo largo de ese camino se cruza con otras vías de este tipo como la I-5, que abarca todo el estado de California.
Cientos de miles de conductores pasan por este punto a menudo… y muchos de ellos se frustran. ¿La razón? Desde la 110, la salida a la I-5, en dirección norte, está escondida al final de un túnel, en la parte izquierda de la calzada.
Crear una señal igual que las reales
Durante años, ningún cartel avisaba con suficiente antelación a los conductores para que se colocaran en el carril izquierdo y no se pasaran la salida. Harto de perderse una y otra vez en la misma autopista californiana, el artista Richard Ankrom decidió que, si nadie lo solucionaba, lo haría él mismo.
¿Cómo lo hizo? Diseñó un gran logotipo con la señal de la I-5 y la palabra “Norte”, y lo colocó en un panel sobre la carretera a cuatro kilómetros de la salida. Le llevó tres meses completar su plan, ya que tuvo que replicar con precisión los colores, formas y tipografía oficiales.
Instalar una señal en la autopista
Una vez tuvo lista la señal, llegó el momento de poner en marcha la segunda parte del plan. Al principio, Richard Ankrom pensó en hacerlo discretamente: vestido de negro y en plena noche, aprovechando la oscuridad para instalar el cartel sin ser visto. Pero cambió de idea. Había hecho algo útil para miles de conductores y quería que quedara constancia. Nada de esconderse: lo haría a plena luz del día.
A plena luz del día, protegido con un casco y un chaleco reflectante, subió con una escalera a la pasarela por la parte izquierda de la autopista 110 y colocó la señal. Sus amigos estaban presentes para inmortalizar el momento.
Hasta 2009
A pesar de que el Departamento de Transporte de California no abordó el problema, los conductores que pasaban por allí pensaron que la mejora era cosa suya: lo cierto es que el citado organismo no se había dado cuenta de lo sucedido… hasta que Richard Ankrom desveló su acción en los medios.
Su creación permaneció allí hasta 2009: fue entonces cuando el Departamento de Transporte de California lo reemplazó. Eso sí, la labor de Richard Ankrom no terminó con el cartel de Los Ángeles. Ha seguido trabajando en piezas secretas que, según ha confesado, podrían llevarlo a la cárcel.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.