La del DeLorean DMC-12 es la historia de una gloria y una caída. De un coche creado para disparatar las reglas y que terminó engullido por sí mismo, y que a pesar de todo permanece. En el tiempo, sí: decirlo resulta obvio, tentador y por tanto inevitable.
Se cumplen ahora 40 años del comienzo de la producción en serie del modelo que dio brillo a la película Regreso al futuro (1985) –y viceversa–y que antes había supuesto el fulgor y el fracaso para quien lo ideó. Cuatro décadas después, la marca heredera de la patente e Italdesign han insinuado que el coche reaparecerá pronto.
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John DeLorean tenía ya un recorrido amplio en la conservadora industria estadounidense (en Chrysler, Packard y General Motors), y en 1981 irrumpió de nuevo con un modelo de atrevidísimo diseño y dudosa viabilidad: pretendía ser estiloso y deportivo, pero también barato y de bajo consumo, y por lo mismo popular. El camino se torció enseguida para el ejecutivo.
Artífice de modelos como el Pontiac GTO –uno de los grandes éxitos de la marca, filial de General Motors– DeLorean salió por la puerta de atrás de la gran compañía americana y su plan b fue crear una marca a mayor gloria propia, encandilar a quien hiciera falta y construir una fábrica en Irlanda del Norte, en Dunmurry, no lejos de Belfast.
El empresario convenció a algunos de sus amigos millonarios (el presentador Johnny Carson, entre otros) y logró además una fuerte inversión del Gobierno británico de Margaret Thatcher (a cambio, en teoría, de la creación de miles de puestos de trabajo en una zona conflictiva), pero el proyecto pronto se topó con problemas de producción –huelgas, ataques del IRA, fallos de ingeniería…– y los costes se dispararon.
En cuanto se difundieron las primeras imágenes del DeLorean –diseñado por el carrocero italiano Giorgetto Giugiario–, el coche enamoró a los posibles compradores con su brillante carrocería de acero inoxidable cepillado y las puertas de alas de gaviota, más la promesa de un chasis seguro, grandes ahorros en combustible y un precio contenido. Así que los pedidos crecieron tanto como los gastos y las deudas, y la respuesta de DeLorean fue producir a diario aún más coches a sabiendas de que venderlos todos (al precio definitivo) era imposible.
El primer DeLorean DMC-12 salió de la cadena de producción el 21 de enero de 1981, con un motor V6 de 2.8 litros y apenas 130 CV, y se puso a la venta por unos 28.000 dólares (10.000 más de lo previsto). El globo explotó: había cada vez más costes y menos ventas, y a esto se sumó la retirada del dinero público. La trayectoria de la empresa culminó con una quiebra económica en 1982 y con un rocambolesco episodio de tráfico de drogas. Se habían fabricado unas 9.000 unidades del coche, que pesaba 400 kilos más de lo calculado: ni gastaba poco ni se movía como un deportivo, y además sufría constantes fallos mecánicos.
En el cine
Al DeLorean, en definitiva, solo le funcionó bien el condensador de fluzo: a pesar del fraude como producto automovilístico, Regreso al futuro convirtió el modelo en un icono de la automoción. Todo lo que lo rodea despierta el interés desde entonces, como la aparición en verano de dos ejemplares que habían permanecido ocultos durante casi 40 años en un garaje de Lake Elsinore (California, Estados Unidos). En las subastas, el modelo alcanza precios que rondan los 50.000 euros, una tarifa notable para un modelo que no abunda, pero que tampoco es una rareza.
Ahora, cuatro décadas después de su nacimiento el DeLorean podría regresar a la carretera. En 2016 nació la empresa DeLorean Motor Company (DMC), sin parentesco con la original, con la idea de resucitar el modelo en 2017. Diversas trabas legales impidieron desarrollar el proyecto, del que no había noticias desde hace meses. El 20 de enero la propia compañía se felicitó por una reforma legislativa en Estados Unidos “que permite a los fabricantes de vehículos de motor de bajo volumen vender réplicas de automóviles […] producidos hace al menos 25 años”.
La nueva DMC –que proporciona piezas de recambio para quienes poseen el modelo original o lo restaura si es necesario– lanzó una pregunta: “¿Seguirá estando disponible el apoyo financiero que habíamos preparado hace unos años para el desarrollo final y la producción?”.
Y al día siguiente dejó caer la idea de la reaparición en sus redes sociales, sin más información que una frase: “¿Qué mejor manera de celebrar un ícono de la historia del automóvil que un adelanto del futuro (cercano)?”. Por lo que se ve, en el proyecto está involucrada Italdesign, empresa de diseño fundada en 1968 por Giorgetto Giugiario, de modo que el bucle –según parece– arranca de nuevo.
The #DeLorean turns 40 years today! This pic was shot on January 21st, 1981, when the first DMC-12 was produced…what a better way to celebrate an icon of automotive history than a sneak peek of the (near) future? Stay tuned for more… #visionbeyondtime @italdesign pic.twitter.com/ZUcnJfOTh8
— DeLorean Motor Co. (@deloreanmotorco) January 21, 2021
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