La recarga de los coches eléctricos ha avanzado mucho, con sistemas rápidos que hacen el proceso más llevadero, pero aún así sigue sin ser algo comparable al repostaje de los modelos de combustión. La única vía para conseguir tiempos parecidos es la del intercambio de baterías, mucho más común en el sector de las motocicletas. La marca china NIO quiere cambiar esa concepción y ya ha desarrollado estaciones de cambio de baterías muy productivas.
Inauguradas primero en China, donde ya supera el millar, la marca ha desembarcado con ellas en Noruega. Y la idea es que para finales de 2022 ya haya operativas 20 estaciones de este tipo.
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La premisa que siguen es la siguiente: dado que cargar baterías de coches eléctricos resulta todavía bastante lento, lo ideal es reemplazar rápidamente la que está sin energía por una que esté cargada.
En las motos, con pilas más pequeñas y ligeras, esto puede hacerlo fácilmente el propio usuario, pero con los volúmenes y pesos de las baterías para coches es imposible. Es por eso que esta estación se encarga de llevar a cano todo el proceso de manera automatizada y bastante sencilla.
El conductor acerca el vehículo a la Power Swap Station 2.0, que es como se llama, y elige que el vehículo se aparque dentro de manera autónoma.
Una vez parado, un sistema de raíles en las ruedas mueve el automóvil para situarlo en la posición óptima para llevar a cabo la operación. Del suelo surge una plataforma que desatornilla la batería de los bajos, la saca y se la lleva, y coloca después una nueva y cargada. La estación puede almacenar hasta 13 y llevar a cabo hasta 312 cambios al día.
Por último, el sistema revisa que todo esté correcto y, mediante una luz verde, avisa al conductor de que ya puede salir y continuar con su viaje. Como es lógico, todo esto funciona únicamente con modelos de NIO, que son los que emplean una configuración idéntica.
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