El nuevo Hyundai i20 gana solvencia en todos los aspectos

Hyundai tiene un ambicioso plan de renovación de su gama que se resume en el lanzamiento de nada menos que 22 modelos antes de finales de 2017. Y uno de los primeros en llegar es la segunda generación del i20, (que a su vez sustituyó al Getz), un utilitario completamente redefinido que mejora de forma significativa en aspectos tan importantes como la habitabilidad, la calidad general, el confort y la tecnología.

El nuevo i20 es mucho más atractivo que su predecesor. Una lograda carrocería de cinco puertas y cuatro metros, que crece en todas sus dimensiones excepto en altura. Así es 40 milímetros más larga y 24 más ancha, lo que se traduce en un espacio interior que se coloca como una de las referencias de su segmento, además de contar con un maletero de 326 litros.

En el interior el ambiente está cuidado con esmero, con detalles propios de coches de mayores pretensiones y, por supuesto, precio. El salpicadero se ha girado cinco grados para orientarlo al conductor, mientras que el equipamiento es convincente desde el primero de los cuatro niveles de acabado disponibles, incluyendo el superior un detalle tan valorado como el techo panorámico acristalado. Los acabados disfrutan de la calidad que distingue a Hyundai desde hace ya tiempo, que nada tiene que ver con las primeras referencias de las marcas coreanas.

En el apartado mecánico, cuatro motorizaciones. Dos de gasolina con potencias de 84 y 100 CV, mientras que aquéllos que prefieran el gasóleo podrán elegir entre rendimientos de 75 y 90 CV. El nuevo i20 es más grande pero también menos pesado gracias a la utilización de aceros ligeros en su plataforma, mientras que la suspensión trasera ha sido rediseñada para otorgar al coche más aplomo en carretera.

La comercialización del nuevo Hyundai i20 se iniciará justo después de las fiestas navideñas, aunque ya se pueden realizar pedidos en los concesionarios. Los precios oscilan entre los 14.750 y los 20.450 euros, con una promoción de lanzamiento que va de los 3.000 a los 3.500 euros, dependiendo de las versiones e incluyendo las ayudas del Plan PLIVE. Y como cualquier otro modelo de la marca el cliente se beneficia de una garantía de cinco años, sin límite de kilómetros y con asistencia en carretera, que se amplía a las revisiones incluidas en ese periodo si la compra se financia. ¿Hay quién dé más?