Un purista de la motocicleta solo reconoce como vehículo de dos ruedas aquel que se impulsa por medio de un motor, el cual debe emitir un ruido directamente proporcional a la cilindrada que lleva incorporada. Lo que quiere decir, en resumidas cuentas, que no considera un vehículo de este estilo aquello llamado bicicleta.
Puede que esto cambie, porque los nuevos impulsos tecnológicos han revolucionado todo, incluido el mundo del velocípedo y aunque el ruido es algo que no se ha conseguido (para alegría de algunas y decepción de otros), el motor (eléctrico, eso si) y la forma de la moto sí que se han logrado plasmar en algunos modelos de e-bike (bicicletas eléctricas).
Los que mostramos a continuación son dignos de compartir garaje y pata de cabra cpn las más prestigiosa de las Harley-Davidson, aunque sean una alternativa en versión enchufable.
Se trata de un curioso invento que es mitad bicicleta y mitad moto, ya que incorpora un motor de gasolina que puede ser de 50 cc. o de 125 cc., por si nos cansamos de dar pedales y preferimos darle al puño. La ventaja es que cuando nos sintamos más ecológicos solo tenemos que parar el motor y pedalear, ya que tanto la ligereza como la posición del conductor favorecen su uso como bicicleta.
Sus fabricantes proponen tres modelos distintos para llegar a diferentes preferencias de uso.
Cruzer: más urbanita y con un diseño retro que incorpora aluminio, asiento de cuero y maderas nobles.
Pro: inspirada en los modelos de campo y 50 cc., está pensada para uso deportivo y, tanto su suspensión delantera y trasera como la correcta posición de piloto con respecto al centro de gravedad, hace que saltar montículos de tierra con ella sea algo espectacular, ya sea pedaleando o tirando de motor.
Survival: de clara inspiración militar, combina el aspecto todoterreno con la incorporación de transportines en los que alojar elementos de supervivencia como un depósito de combustible adicional, el botiquín o incluso un hacha. Motoped sacó una edición limitada de este modelo con el nombre de Black Ops Edition, haciendo alusión al famoso videojuego y al que se podía añadir hasta 12 accesorios de supervivencia que incluían armas.
De pura inspiración steampunk es la Archont Electro, un e-bike tipo chopper de acero inoxidable, con detalles en cuero y preciosas ruedas de 108 radios. Podemos elegir entre una versión puramente pedaleable o bien una con motor eléctrico perfectamente integrado como si se tratara del depósito de una moto, que tiene una potencia de 7 kW y con el que puede alcanzar los 80 km/h.
Aunque el nombre parece una broma, se trata de un modelo italiano de la antigua marca SPA (Società Piemonese Automobili) que mezcla el diseño con la alta calidad de los materiales, como el cuadro de una sola pieza y fabricado en carbono. El motor eléctrico de 500 W está instalado en la rueda trasera y procura una autonomía de 50 km en modo totalmente eléctrico y unos 120 kilómetros si solo usamos el pedaleo asistido. El aspecto de esta bicicleta es totalmente el de una moto retrofuturista con luces LED y depósito de gasolina que en realidad es una guantera.
De nuevo el estilo retro se impone en lo último en e-bikes. La marca norteamericana Vintage Electric Bikes lo lleva en el nombre y en la forma de sus dos modelos: Cruz y New Tracker. Dos preciosas bicicletas eléctricas que bien podrían pasar por motocicletas antiguas, aunque lo único antiguo es su diseño porque llevan un motor en el buje trasero de 3000 W, un sistema de recarga de energía automática, frenos de disco Shimano Alfine, neumáticos de tejido kevlar y pueden alcanzar casi los 60 km/h con suma facilidad.
Caterham, la marca británica de automóviles deportivos con aspecto de la vieja escuela, nos mostró un par de bicicletas eléctricas allá por el año 2013, pero que parece que nunca llegarán a comercializarse. Una verdadera lástima porque tanto su factura como sus prestaciones prometían y por ello merece la pena mencionarlas en esta relación, ya que ambas se asemejan más a motos que a bicicletas al uso. La más deportiva es la Carbon E-Bike, construida en fibra de carbono y con un espectacular amortiguador trasero de Marzocchi; mientras que la Classic E-Bike se asemeja a una motocicleta ligera de los años 40 que incluso simula el motor y un falso depósito de combustible. Las dos comparten un poderoso motor eléctrico de 250 W y cambio Shimano Nexus de tres velocidades.
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