Mini continúa su camino hasta transformarse en una marca 100% eléctrica. Tras las primeras versiones híbridas enchufables, el modelo básico de la gama se convirtió en un cero emisiones, apuesta que ha duplicado en su recién presentada nueva generación. Ahora es su hermano mayor, el Mini Countryman, el que sigue los mismos derroteros.
De hecho, el parentesco entre ambos modelos es más fuerte que nunca, algo que queda patente en unos rasgos exteriores bastante similares y en un interior que resulta idéntico.
Lógicamente el Countryman es un modelo más grande (4,43 metros de largo), con una carrocería alargada y un enfoque SUV del que carece su hermano, pero el lenguaje de diseño de ambos es muy parecido.
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Luce el mismo conjunto frontal con un marco que simula una parrilla y las líneas de su carrocería están mucho más marcadas. A esto añade de cosecha propia unos faros que huyen del formato redondo clásico, protecciones inferiores, llantas de 17 a 20 pulgadas, unos pilotos traseros de disposición vertical y un techo en color de contraste. De hecho, el tono de éste se replica en otros tantos elementos exteriores, unificando su estética.
Donde Mini no ha arriesgado y ha trasladado prácticamente de manera integral el concepto del Mini es en el interior, caracterizado por el minimalismo extremo. La atención la capta la pantalla circular de 9,4 pulgadas situada en el centro del salpicadero, que ejerce de núcleo para el sistema multimedia, la navegación, etc.; a no ser que el cliente opte por el Head-Up Display, que se ofrece como extra.
Es más espacioso y cuenta con un maletero con 460 litros de capacidad, que puede ser de hasta 1.450 litros si se pliegan los asientos traseros.
Eléctricos y de combustión
En su puesta de largo la compañía británica ha hecho especial hincapié en sus versiones eléctricas, que son dos. La primera es el Mini Countryman E, un tracción delantera con motor de 204 CV y 250 Nm, una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y una velocidad máxima de 170 km/h. La segunda es el Mini Countryman SE ALL4, que tiene tracción integral, dos motores con una potencia de 313 CV y un par máximo de 494 Nm, capaz de completar el sprint de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y con una velocidad punta de 180 km/h.
Las dos utilizan la misma batería, de 66,45 kWh, gracias a la que homologan una autonomía de 462 kilómetros.
Pero, al contrario que el Mini de tres y cinco puertas, también estará disponible con motores de combustión. La versión de acceso será un microhíbrido con motor 1.5 turbo tricilíndrico que entrega 170 CV de potencia y por encima estará el JCW, alimentado por un bloque 2.0 de 300 CV.
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