Por qué los conductores deberían llevar el corcho de una botella de vino en el coche

Luchar contra los malos olores en el coche es una preocupación habitual entre los conductores. Y es que no hay peor sensación que la de ir conduciendo y tener que soportar olor a humedad o incluso a cosas peores.

La limpieza es el primer paso a seguir para mantener los malos olores a raya. Limpiar el interior del habitáculo regularmente y preocuparse de sustituir los filtros del habitáculo y del aire acondicionado serán gestos determinantes para evitar que el coche huela mal.

A continuación, se pueden utilizar ambientadores. Para aquellos que no quieran gastar dinero en uno, hay un truco casero infalible para que el coche huela siempre bien: se trata del corcho de una botella de vino.

El corcho de la botella como ambientador

Uno de los usos que se le puede dar al corcho de una botella de vino es el de ambientador. Una de las características de estos tapones es que absorben olores, algo que será muy útil para mantener un buen aroma dentro del coche.  

Los pasos a seguir para crear este ambientador casero para el coche con un corcho son romperlo un poco o abrirlo y rociarlo con una colonia o un aceite esencial. Se puede dejar en cualquier parte, como en un pequeño recipiente en los huecos que hay entre los asientos delanteros.

El vídeo del día

Si se prefiere, se le puede pasar una cuerda y colgarlo del retrovisor interior del coche. De escoger esta opción, habrá que tener cuidado, ya que si obstaculiza la visión podría llegar a ser motivo de multa. También se puede cortar el corcho de la botella en pequeños círculos y colocarse en las rejillas del aire acondicionado.

Una vez que el conductor deje el corcho en el interior del vehículo, se dará cuenta de que con el paso de los días el tapón irá liberando lentamente el aroma elegido, dando al interior del coche un buen olor constante.

Los corchos, también contra la humedad

No hay que olvidarse de mencionar que el corcho tiene propiedades absorbentes, por lo que colocar unos pocos repartidos en el interior del coche ayudará a mantener la humedad a raya. Así también se mantendrá el olor a humedad fuera del coche, potenciando su trabajo como ambientador.

Esta característica, además de ser práctica, ayudará a reducir la aparición del vaho en los cristales del vehículo, por lo que la visibilidad será mucho mejor en los días de frío o de humedad.