La infracción típica del verano que además conlleva un riesgo para el conductor

La época estival es el momento del año en que más viajes en coche se producen. Según ha estimado la Dirección General de Tráfico (DGT), se esperan más de 94 millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera durante los meses de julio y agosto en España. Lo que representa un ligero aumento respecto al verano del año 2022. 

Antes de emprender un viaje en verano, se debe realizar una revisión exhaustiva del vehículo. Hay que prestar especial atención a los neumáticos, asegurándose de que tengan la presión adecuada y el dibujo suficiente. También se deben revisar los niveles de los líquidos (aceite, refrigerante, frenos, limpiaparabrisas) y del estado de la batería.

Por último, se deben revisar las luces, los limpiaparabrisas y los frenos. Además, según recomienda la DGT, existe una serie de elementos obligatorios que todo conductor debe portar en el coche, entre ellos se encuentran la rueda de repuesto a su presión necesaria o kit reparapinchazos, los triángulos homologados de preseñalización de peligro o el dispositivo luminoso intermitente V-16 y el chaleco reflectante homologado.

Chaleco reflectante

Esta última prenda, además de ser obligatoria, es también muy efectiva. El chaleco reflectante ha sido vital en la seguridad vial, protegiendo a quienes tienen que bajarse del coche. Su origen radica en la necesidad de hacer visible a las personas en situaciones de baja luz o emergencia. Su función es crucial en condiciones adversas, como la oscuridad, lluvia o niebla, ya que aumenta la visibilidad y previene colisiones, facilitando la labor de los servicios de emergencia.

En España, es obligatorio desde 2004  llevar un chaleco reflectante en el vehículo, tal y como lo estable el artículo 118 del Reglamento General de Circulación. Se debe de utilizar siempre que se abandone el vehículo y se ocupe la calzada o arcén en vías interurbanas. En otros países también es obligatorio su uso, aunque la normativa varía. Por ejemplo, Alemania lo impuso en 2014 y Chile en 2016; en ambos países se detectó una reducción significativa de accidentes.

Multas 

Como se ha descrito, el uso del chaleco reflectante es esencial en emergencias y condiciones de baja visibilidad. Aunque es obligatorio al salir del vehículo en carreteras interurbanas, también es recomendable en entornos urbanos y para ciclistas y peatones expuestos al tráfico. En el ámbito laboral, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales exige su utilización en trabajos cerca de la carretera. El chaleco debe ajustarse bien y estar en buen estado para garantizar su eficacia.

Llevar por lo menos un chaleco reflectante en el coche es obligatorio, pero también se recomienda tener varios, uno por cada ocupante. No usarlo puede conllevar una multa de 200 euros, aunque no implica pérdida de puntos. Es importante tener el chaleco a mano, ya sea en la guantera o bolsillos laterales, y no en el maletero para evitar salir sin protección. El chaleco debe de estar homologado según la normativa europea EN-471 y debe contar con bandas reflectantes visibles y un color llamativo.