El verdadero problema de las marcas chinas en Europa: con esto no contaban

En los últimos años, se ha producido un desembarco continuo de marcas de coches chinos en Europa, tal que incluso resulta difícil seguirles la pista. Esto debería conllevar un aumento de su presencia en las carreteras de países como España, pero a pesar de ello su presencia sigue siendo meramente testimonial. ¿El motivo? Los conductores europeos no se fían.

Según los datos de Schmidt Automotive Research (SAR), las ventas de coches chinos en Europa durante el primer semestre del año solo han supuesto el 3,1% del total, a pesar del número creciente de marcas y modelos disponibles.

Además, sus ventas con casi total seguridad se verán lastradas por los aranceles que la Unión Europea va a imponer a los fabricantes de coches eléctricos chinos, que en el peor de los casos será de hasta un 38,1%.

Sin embargo, consideraciones económicas a un lado, el estudio que Nielsen IQ ha llevado a cabo para Bloomberg demuestra que el problema base que tienen estas compañías es otro muy sencillo: falta de confianza.

Los conductores no se fían de China

Los encuestados argumentaron distintos motivos por los que no se comprarían un coche eléctrico y el más esgrimido no tiene que ver con la industria del automóvil en concreto, sino directamente con el país: el 47% no se fía de China en general y el 40% piensa que el país tiene mala reputación.

Es solo a partir del tercer puesto cuando hay razones relacionadas con el mundo del motor: coches de baja calidad (37%), desconocimiento de marcas originarias del país (30%), coches que no son fiables (26%) y coches que no son seguros (22%).

Muchos de estos prejuicios son fruto del desconocimiento, siendo el más claro el ejemplo del último argumento, ya que en los dos últimos años todos los coches chinos que han pasado por los test de Euro NCAP han conseguido la puntuación máxima, cinco estrellas.

La esperanza para las marcas chinas es que esta mala percepción general es menor entre los potenciales compradores de coches eléctricos, que las ven con mejores ojos. Así, ante la pregunta de si tendrían problemas a la hora de comprar un coche chino, el 34% de los potenciales compradores afirma que no lo tendría, cuando entre los conductores generales solo el 26% da la misma respuesta.