Tintar los cristales de los coches ofrece interesantes ventajas. En primer lugar, actúa como un escudo contra los dañinos rayos UV, protegiendo el interior del vehículo y a los ocupantes de posibles quemaduras solares. Además, al reducir el calor que penetra en el habitáculo, mejora notablemente la temperatura interior, haciendo que los viajes, especialmente en verano, sean más cómodos.
Los cristales tintados también mejoran significativamente la experiencia al volante. Por ejemplo, actúan como unas gafas de sol gigantes, reduciendo la fatiga ocular y mejorando la visibilidad. Además, al mantener el interior más fresco, disminuyen la necesidad de usar el aire acondicionado, lo que se traduce en un menor consumo de combustible. Y en caso de accidente, las láminas evitan que los cristales se rompan en pedazos, protegiendo a los acompañantes.
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Aunque también, muchos personajes públicos, aprovechan el tintado de lunas por la privacidad que proporciona. Los cristales oscuros dificultan la visión desde el exterior, evitando miradas indiscretas y protegiendo las pertenencias de los robos. Los futbolistas de primera división son uno de los colectivos que disponen de automóviles con esta funcionalidad, pero ¿es legal tintar las lunas de un coche que de serie no venían tintadas?
Lo que dice la ley
La normativa española sobre tráfico es clara respecto al tintado de lunas. Según el artículo 19 del Reglamento General de Circulación, se especifica que “únicamente se permitirá circular con láminas adhesivas homologadas o cortinillas contra el sol en las ventanillas posteriores cuando el vehículo incorpore dos espejos retrovisores exteriores”. Esta restricción busca garantizar una visibilidad óptima para el conductor y los demás usuarios de la vía. Por tanto, queda totalmente prohibido tintar el parabrisas y las ventanillas delanteras, ya que estas zonas son fundamentales para realizar una conducción segura.
Aunque la regla general prohíbe el tintado de las lunas delanteras, existen algunas excepciones establecidas por ley: los vehículos oficiales, de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, de personas protegidas o de aquellos individuos con sensibilidad a la luz solar pueden solicitar una autorización especial para tintar los cristales delanteros. Estas excepciones están debidamente detalladas en el Boletín Oficial del Estado y requieren de una justificación médica o institucional, según el caso.
¿Cuánto cuesta tintar los cristales?
Los cristales tintados se instalan en fábrica y tienen un tono ligeramente oscurecido o ahumado. Habitualmente se ofrecen como opción, con precios desde unos 200 euros en modelos pequeños y compactos y a partir del doble en los medios y grandes.
Algunos fabricantes ofrecen dos niveles de opacidad y, entre los exclusivos, se puede elegir incluso el tono al gusto. Además, pueden combinarse con otra solución, los cristales laminados o dobles, que refuerzan la insonorización del habitáculo y aumentan también el nivel de protección ultravioleta.
Estos últimos cristales están disponibles en menos modelos, generalmente de mayor tamaño y precio, pero si se combinan con el tintado resultan la opción más eficaz disponible hoy.
Cinco preguntas sobre las láminas
1. ¿Hay que pasar la ITV tras laminar las lunas? La instalación de unas láminas solares no se considera una reforma importante, por lo que no hay que reflejarla en la ficha técnica del vehículo y tampoco acudir a la ITV para su certificación. Cuando por fecha toque acudir a pasar la inspección hay que aportar el certificado de homologación del fabricante o del taller que realizó la instalación.
2. ¿Por qué hay tanta disparidad de precios? Cada vez son más los talleres que ofrecen el laminado solar de lunas en su cartera de servicios. El presupuesto para un mismo trabajo puede partir de los 40 euros y casi llegar a triplicarse. Esta disparidad de precios se debe a la calidad de los materiales utilizados: al igual que sucede con otros productos.
3. ¿Cuánto dura un laminado? Depende del fabricante y de cómo y dónde se haya hecho la instalación. La duración media es de 10 a 15 años, aunque hay laminados que permanecen en excelente estado todavía más.
4. ¿Se ha de modificar la póliza del seguro del vehículo? La mayoría de las aseguradoras requieren incluir las láminas solares en la póliza al no ser un elemento de serie. Si no se hace y el cristal se rompe, será repuesto pero sin la lámina.
5. ¿Es fácil quitar las láminas solares? Salvo en la luna trasera, donde se corre el riesgo de dañar los filamentos térmicos, retirar la lámina solar no es difícil. En un taller la operación ronda los 60 euros.
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