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La Guardia Civil continúa con el proceso de descarbonización de su flota. En la actualización de los vehículos de su flota adquieren cada vez más importante los eléctricos, como se acaba de demostrar con su última licitación de automóviles: nada menos que 84 unidades del compacto Cupra Born.
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La DGT gasta casi un millón y medio de euros en esto para la Guardia Civil: ¿está justificado? Todos los coches montan el motor sin emisiones de 170 kW (231 CV), alimentándose 46 de ellos con la batería básica de 58 kWh de capacidad y los restantes 38 con la superior de 77kW. Además, las primeras incorporan la dotación necesaria para el transporte de detenidos.
La compra de esta flota, la mayor entregada nunca de este modelo, ha sido posible gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea. Se utilización en diferentes comandancias de la Guardia Civil repartida por todo el país, uniéndose a las 112 unidades del Cupra Formentor que ya utiliza la Benemérita.
La batería más pequeña ofrece un alcance homologado de 428 kilómetros, mientras que la más grande eleva la autonomía hasta los 560 kilómetros. Las prestaciones de los Born de la Guardia Civil son destacables y acordes con su rendimiento, alcanzando los 100 km/h desde parado en torno a los siete segundos.
La sostenibilidad del modelo va más allá de su mecánica sin emisiones. En el habitáculo, por ejemplo, abundan los materiales reciclados, como es el caso de los asientos procedentes de plásticos recuperados del mar o el poliéster reciclado.
El Cupra Born e-Boost con batería de 59 kWh tiene un precio oficial de 38.490 euros, mientras que con la batería de 77 kWh llega a los 41.850 euros.
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