La marca que rediseña el interior de sus coches para cambiar un polémico elemento

Los sistemas de infoentretenimiento son uno de los aspectos en los que más se nota el avance de la tecnología en la automoción. Las pantallas son cada vez más grandes, van cargadas de inteligencia artificial y de conectividades y aplicaciones que, en teoría, hacen la vida más fácil a los conductores.

Sin embargo, se ha creado cierta polémica en torno a un pequeño elemento de estos sistemas: los botones. Pocos coches quedan con botones físicos, ya que ahora los comandos están integrados de manera digital en las propias pantallas.

Hace unos meses, EuroNCAP amenazó con rebajar la puntuación en seguridad a los coches que no tuvieran los comandos imprescindibles (luces de emergencia, intermitentes…) en formato físico.

Algunas marcas ya han empezado a redirigir el diseño de sus habitáculos teniendo en cuenta esta premisa y, ahora, Hyundai se ha unido a ellas. El jefe del estudio de diseño de Hyundai en California, Hak Soo Ha, ha comunicado esta decisión en el medio Korea JoongAng Daily.

Él mismo se ha encargado de confesar que, como tantos otros fabricantes, en Hyundai se dejaron llevar por lo espectacular de las nuevas grandes pantallas y los botones digitales. Sin embargo, realizando test con conductores, se dieron cuenta de que la gente se estresaba y molestaba al utilizar estos comandos táctiles en las pantallas.

Los botones digitales son molestos

El motivo es que no siempre el botón detecta el toque del dedo a la primera. En otras ocasiones, es necesario navegar por algún que otro menú para conseguir acceder al comando deseado, como los del sistema de climatización.

Además, el uso de estos botones digitales puede llegar a ser peligroso. Mientras que cuando está conectado el asistente de conducción y la carretera no presenta grandes dificultades no hay problema en manejar estos comandos, la tarea se complica cuando se conduce por ciudad o con más distracciones alrededor.

Así, Hyundai va a recular en el diseño interior de sus coches para incorporar más botones físicos, al menos en Estados Unidos. La razón, más allá de la seguridad, es que a los conductores no les gustan los nuevos comandos digitales.