De un tiempo a esta parte Volvo se ha quitado el cartel de marca aburrida, seria y para señores mayores que solía arrastrar. Esto se debe al rejuvenecimiento del diseño de sus modelos y a la colaboración con Polestar, que ha presentado las versiones más radicales de la historia del fabricante sueco.
Y no solo eso, también empieza a funcionar en temas de competición, como atestiguan el título de pilotos y de constructores que ha conseguido en el Campeonato de Turismos Escandinavo de 2013. Para celebrarlo, presenta los S60, V60 y XC60 Black R Edition.
Se trata de una serie limitada que alegra la parte mecánica de los tres modelos y además añade ciertos distintivos estéticos. Lucen las carcasas de los retrovisores en color negro, la parrilla es del mismo tono pero con acabado mate y calzan llantas Ixion. Además, la suspensión de serie se ha sustituido por una deportiva de tarado más duro y que rebaja la altura de la carrocería.
Esto mejora la respuesta del coche, que tiene que lidiar con unos motores más potentes que los de serie. Y es que Volvo le ha pedido a Polestar sus versiones preparadas de los bloques T6 y D5. El primero, gasolina, rinde 329 CV y 480 Nm de par máximo, y el diésel entrega 230 CV y 470 Nm.
Volvo no ha desvelado precios, pero teniendo en cuenta que solo se venderán en Suecia, tampoco importa mucho.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram