Mientras que los avances en los coches eléctricos acaparan más titulares, las motos de cero emisiones reciben menos atención. Eso no implica que no haya opciones en el mercado, algunas de ellas como la Sarolea Manx7, que tiene un inconfundible aroma retro y además deriva directamente del mundo de la competición. Su origen está en la SP7, modelo con el que la marca lleva compitiendo desde hace cinco años. Ahora nace una variante homologada para calle que apenas cambia nada respecto a la de carreras, y que además apuesta por la exclusividad, tanto por el número de unidades que se fabricarán como por el precio.
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Su diseño combina modernidad con un aire ‘vintage’ que queda más que patente en detalles como la forma de la cúpula, el faro delantero y los retrovisores. Lo que más llama la atención, sin embargo, es la presencia de fibra de carbono por todas partes: carenado, bastidor, basculante… Todo ello para reducir el peso a su mínima expresión (marca 217 kilos), tarea en la que también ayudan otros elementos como las llantas de aluminio forjado.
La parte ciclo está más que cuidada, con suspensiones Öhlins de alto rendimiento y pinzas de freno radiales de cuatro pistones firmadas por Beringer que aseguran un comportamiento óptimo. Al tratarse de una eléctrica, el empuje en la Sarolea Manx7 está asegurado gracias a un propulsor de 163 CV y 450 Nm de par máximo.
Se puede combinar con tres baterías de distinta capacidad: 14, 18 y 22 kWh que le otorgan una autonomía de 230, 280 y 303 kilómetros, respectivamente. Es este elemento el que marca el precio de la moto (además de la fibra de carbono), siendo de 42.975, 46.280 y 48.760 euros en cada caso. Solo se fabricarán 20 unidades.
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