Lo siguiente es un tema que sin duda preocupa a los lectores de EL MOTOR. Por algo ha sido lo más leído durante la semana. ¿Qué son y cómo funcionan los alcoholímetros de aproximación?
Y en la misma línea, también despertó la curiosidad la historia de Nacho Vidal, condenado por conducir drogado y sin carnet. A continuación, las dos noticias más leídas de la semana.
Más información
Alcoholímetro de aproximación
Los de aproximación o indiciarios, detectan la presencia de alcohol sin que el conductor tenga que soplar. El agente acerca el alcoholímetro a la boca y el dispositivo es capaz de medir el nivel mientras está hablando.
Tráfico puntualiza que no es una prueba tan precisa como la tradicional. Por ello, si arroja un resultado diferente a cero, llevan a cabo un test evidencial, que es el tradicional, para confirmar el primer resultado. Con él se obtiene la cantidad exacta de alcohol en aire espirado.

Para casos excepcionales
Desde hace dos o tres años, la Guardia Civil dispone de alcoholímetros de aproximación para hacer pruebas pasivas. Normalmente, hacen uso de ellos para casos excepcionales: por ejemplo, con aquellos conductores que no pueden soplar debido a alguna enfermedad respiratoria y cuentan con un certificado médico que les exime de ello.
También los emplean cuando el conductor no puede llenar los pulmones y soplar porque se encuentra inmovilizado. Y en caso de no poder realizar el test de alcoholemia evidencial, será trasladado a un centro sanitario para efectuar un análisis de sangre.
Nacho Vidal, condenado por conducir drogado
El Juzgado de lo Penal número 11 de Valencia ha impuesto dos multas al actor de cine para adultos Ignacio Jordà, conocido artísticamente como Nacho Vidal, por un total de 8.100 euros por dos delitos contra la seguridad vial: uno por conducir bajo la influencia de las drogas y otro por hacerlo sin carné.
La sentencia, que puede ser recurrida en apelación ante la Audiencia Provincial, le impone también la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante dos años.

La magistrada ha declarado probado que el acusado fue interceptado en la avenida Ausiàs March de València por agentes de la Policía Local y la Policía Nacional el 3 de octubre de 2020, tras conducir su vehículo a una velocidad muy baja y “de modo errático y zigzagueante”, lo que provocó que estuviera a punto de colisionar con otros coches.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram