Anuncios de coches que hoy no se emitirían en televisión

Los códigos publicitarios han cambiado radicalmente en las últimas décadas. Lo que parecía políticamente correcto hace 40 años, ahora levantaría ampollas.

Simca
La utilización de la mujer para publicitar un coche, se ha convertido en un tema tabú en la actualidad

La publicidad se ha llegado a definir como “la intención de que alguien actúe de una determinada manera, acabe pensando según unas ideas preestablecidas o adquiera un determinado producto que, generalmente, no necesita”. 

Esta última premisa se basa en la necesidad que tienen las marcas de generar oportunidades de compra y el contexto social de cada época dicta la forma de comunicar.

La publicidad y la forma en que las marcas se relacionan con los consumidores han ido cambiando con el paso del tiempo. Pero no es la publicidad el eje sobre el que suceden los cambios. Es la sociedad la que va evolucionando y la publicidad se adhiere a esas modificaciones.

Por eso, es un error mirar con los ojos actuales los anuncios de antaño. A su manera, las marcas utilizaban los códigos admitidos en aquellas épocas para generar oportunidades de compra de sus productos. 

Los límites de lo correcto siempre se han podido pisar, pero si un anuncio los sobrepasaba (o los sobrepasa en la actualidad) es el público el que se encarga de hacérselo pagar en el punto de venta. Esta es la autorregulación desde la irrupción de la publicidad en la sociedad.

Citroën Dyane 6 (1968)

Más allá del plano final, el anuncio es impecable a la hora de ensalzar las virtudes del mítico Dyane 6. Incluso las debilidades se convierten en fortalezas. En la frase “precisamente el Citroën es el único coche de España que se refrigera por aire”, el equipo creativo da la vuelta a la tortilla y la debilidad de la refrigeración por aire (en comparación con la líquida) se convierte en algo positivo. Lo de amordazar a la suegra para que deje de molestar, hoy supondría ser tachado inmediatamente de machista.

Simca 1000 GLS (1972)

Otro comercial para televisión que hoy en día causaría mucha controversia. La mujer que se encuentra en la autoescuela descubre que le gusta conducir tras comprobar el confort y la calidad de los materiales del Simca 1000. Una forma de muy creativa de resaltar las virtudes del coche, pero cayendo en el cliché de la mujer como un ente simplón. 

Renault 5 GT Turbo (1986)

La década de los ochenta supuso una revolución en el apartado audiovisual, entre otros muchos. En este caso, el Renault 5 GT Turbo hace gala de los contrastes de color en las imágenes, los efectos de sonido y la música para darle un punto futurista, similar al de la película ‘Tron’, estrenada una par de años antes en España. Lo que no aporta nada, simplemente era una licencia de la libertad de aquellos años después de la dictadura, es una mujer desnuda como reclamo.

Renault 5 Blue Jeans (1990)

Un anuncio que es una oda a las posaderas de una joven mujer. Más de la mitad del comercial es un primer plano del trasero de la susodicha. ¿Se puede vender un coche para un público joven mostrando únicamente donde la espalda pierde su nombre?

Se puede y además con todo el sentido, ya que la edición especial del Renault 5 estaba basado en unos vaqueros de la firma Blue Jeans. La voz en off de un hombre va relatando las virtudes del modelo mientras solo se observan las apretadas nalgas. Todo ello mientras suena la canción ‘Headhunter’ del grupo Front 242, todo un éxito de la época.

Citroën Xsara Cupé (1999)

En las postrimerías del siglo XX, Citroën recurrió a la supermodelo del momento, Claudia Schiffer, que formó junto con Naomi Campbell y Elle Macpherson el trío de las más famosas supermodelos de los años 1990.

El leitmotiv es contemplar la belleza del cuerpo de la alemana mientras se va desnudando antes de entrar al coche. Algo que hoy en día sería tachado de cosificación del cuerpo femenino.

Fiat 500 S (2017)

No hace mucho, se lanzó un anuncio que a día de hoy sigue siendo etiquetado de machista y que causó conmoción en todos los países donde fue estrenado. La idea era simple: convertir un modelo que desde su nacimiento había sido tachado de coche para mujeres, en un arquetipo masculino. Para los chicos malos y mujeriegos. La polémica vino por parte de ciertos sectores que levantaron la voz por la ridiculización que se hacía del sexo femenino.

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