Audi amplía las posibilidades de personalización de muchos de sus modelos con la Black Line Edition, un paquete de equipamiento visual disponible para añadir a las ediciones Sport y S Line. En principio se podrá aplicar a los A4 Avant, A6 Avant, A7 Sportback, Q3, Q5, Q7 y TT Coupé, pero más adelante se extenderá al resto de la gama.
El pack está formado por diversos elementos terminados en negro que realzan el carácter deportivo de los modelos. Incluyen la parrilla Singleframe, los marcos de las ventanillas, las carcasas de los retrovisores, el difusor trasero, las entradas de aire laterales y las barras del techo (si las hubiera).
Además, todos los modelos reciben llantas específicas que lucen un acabado en titanio y son una pulgada más grandes de lo habitual. La excepción es el Audi A7 Sportback, que comparte el diseño, pero no aumenta el tamaño de las llantas de serie.
Sin definir el precio, la marca afirma que, según el vehículo, el paquete puede suponer un ahorro de hasta el 50% del coste que supondría adquirir todos los elementos por separado.
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