La Comunidad de Madrid lleva un par de años dando forma al plan regional de carreteras (2025-2032). Con él, la Consejería de Transportes pretende mejorar las infraestructuras viarias y una de las acciones está protagonizada por la autopista fantasma.
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Uno de los puntos de acción del plan regional de carreteras consiste en dar forma a nuevos kilómetros de carreteras… entre los que estarían incluidos los de la autopista fantasma de Madrid.
Madrid se ha vuelto a proponer terminar las obras de la MP-203, que sigue a medio construir desde hace casi dos décadas. Sobre el papel, la carretera discurre entre los municipios de Mejorada del Campo y de Loeches y enlaza la A-2 con la R-3. Sobre la tierra, la autopista fantasma madrileña tiene 12 kilómetros de asfalto sin principio ni final tangibles.

Esta carretera se concibió en 2005 como autopista de peaje, pero la construcción se paralizó en 2007 (un año antes de la inauguración prevista) por conflictos entre varias administraciones y la constructora, que abandonó el proyecto.
Escenario ahora de carreras ilegales y rodaje de series y películas, servirá de enlace gratuito entre la A-2 y la R-3, y dejará de pertenecer a la lista de carreteras inacabadas en España.
Cerca de la N-340
El abandono persiste cerca de Santa Fe de Mondújar (Almería), donde empezaron las obras de una carretera destinada a unir Almería con Granada. Diseñada en una zona de orografía accidentada, el objetivo era que la vía desembocase en la N-340, pero no llegó a nada.
Hoy quedan restos de tramos asfaltados, zonas sin acabar y kilómetros de terreno sin tocar por donde se adentran caminantes o motoristas.

SE-40
El caso de la SE-40 es distinto. La mayor inversión estatal en Sevilla tras la Expo se presentó en 2006. La entonces ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció el comienzo de las obras de la segunda circunvalación de la capital andaluza: iba a tener unos 80 kilómetros, tres carriles de circulación en cada sentido.
Casi dos décadas después, están en marcha solo 38 kilómetros de la SE-40 y las obras para completar el diseño original han pasado años detenidas.
En septiembre pasado, el Ministerio de Transportes anunció un nuevo proyecto para “para desencallar la infraestructura” y terminar las obras. Los cálculos actuales sitúan el final de las obras en torno a 2030.

A-21
Algo similar ocurre con la A-21, la Autovía del Pirineo Pamplona-Jaca. El Gobierno de Navarra empezó las obras en 2004, y en 2012 ya había abierto al tráfico 46 kilómetros en territorio foral.
Entre tanto, las obras en Aragón llevaron un ritmo mucho más lento. Hace una década, se habían completado poco más de ocho kilómetros; en la actualidad, quedan tres tramos por concluir. La última previsión sitúa el fin de las obras en 2027.
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