El nuevo BMW M2 ya es una realidad y, como ya ocurrió con el Serie 2 convencional, llega con una estética peculiar que probablemente genere controversia. También con un apartado mecánico que no deja lugar a dudas, pues supera con creces al de la primera generación.
La marca se salió de lo habitual con el modelo base, dándole una imagen diferente del resto de la familia BMW, y con la variante deportiva ha ido un paso más allá.
Lo más llamativo es el formato de la tradicional parrilla delantera de doble riñón, que en este caso no tiene nada de tradicional. En el M2, se prescinde de marco alguno, sus rasgos son rectilíneos y están cruzados por lamas horizontales.
A esto se suma un paragolpes con tres tomas de aire, la central de gran tamaño, y llamativo un labio inferior. Bajo unos musculosos pasos de rueda, el M2 monta llantas de 19 pulgadas en el eje delantero y de 20 en el trasero.
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La zaga la protagonizan un discreto alerón trasero integrado y dos salidas de escape dobles. La oferta de colores de carrocería, por otra parte, es de cinco tonalidades, dos de ellas exclusivas del M2.
Un BMW M2 más grande
Es, además, un modelo sensiblemente más grande que su predecesor. Alcanza los 4,58 metros de largo, 1,88 metros de ancho y 1,40 metros de alto. Además, pesa entre 1,73 y 1,75 toneladas, en función de si equipa el cambio manual o el automático.
El interior refleja la deportividad del exterior, sobre todo por la importante presencia de la fibra de carbono en el salpicadero, la consola central y las puertas. También la hay en los asientos tipo báquet opcionales, que ahorran 10,8 kilos de peso. Por otra parte, el despliegue tecnológico cristaliza en las dos pantallas unidas entre sí, un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y una central de 14,9.
Tracción trasera y 460 CV
Donde no ha arriesgado la marca alemana ha sido en su apartado mecánico, que se mantiene fiel a un motor 3.0 TwinPower Turbo de seis cilindros en línea sin ningún rastro de electrificación.
El M2 desarrolla 460 CV y 550 Nm de par máximo, se asocia en exclusiva a un sistema de tracción trasera y puede combinarse con una caja de cambios manual de seis velocidades o con una automática de ocho.
Con la primera, acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, mientras que con la segunda rebaja el tiempo del sprint a 3,9 segundos. En ambos casos su velocidad máxima está limitada a 250 km/h, pero con el M Driver’s Package opcional se puede aumentar hasta los 280 km/h.
Su puesta a punto, aunque es un modelo de calle, se ha llevado a cabo para exprimir el rendimiento deportivo. Cuenta con diferencial autoblocante, suspensión adaptativa, dirección asistida con desmultiplicación variable y frenos con discos de 380 milímetros en el eje delantero.
El BMW M2 se va a fabricar en San Luis Potosí, México, y su fecha de lanzamiento oficial es abril de 2023. La marca aún no ha desvelado su precio.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.