BMW lanzó en 2014 un modelo que revolucionó la historia de la marca. Por un lado, se convertía en el primer coche con tracción delantera de la firma bávara, por el otro, se estrenaba en el segmento de los monovolúmenes. Hoy, ocho años y 420.000 unidades vendidas después, se presenta con importantes cambios de diseño y de motorizaciones.
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El mercado de este vehículo se encuentra en Europa, de hecho, en su desarrollo se ha evaluado el gusto europeo por encima de otros. Aunque los monovolúmenes están claramente en caída libre desde hace años, en beneficio de los SUV, la marca alemana sigue apostando por este tipo de carrocería, aunque ahora bajo la denominación de crossover.
Nuevo diseño exterior
El equipo de diseño de BMW ha firmado un proyecto más refinado respecto modelo anterior. Lo primero que llama la atención son los riñones de la nueva parrilla, ahora con un tamaño más grande. La rejilla se abre y se cierra automáticamente dependiendo de la necesidad de refrigeración del motor. Los faros delanteros son más estilizados y montan tecnología Full-LED. También se han rediseñado los pilares A (delanteros), que cuentan con una mayor inclinación, y los pilares C (traseros) se han reducido a la mínima expresión para otorgar una línea más deportiva al conjunto.
También son de nueva factura los tiradores de las puertas, ahora enrasados con la carrocería. La parte trasera ofrece también importantes variaciones. Las caderas más anchas se mezclan con los nuevos grupos ópticos adelgazados, confiriéndole un aire musculoso. Por otra parte, las salidas de escape se integran en el faldón trasero quedando ocultas, siguiendo las tendencias estéticas actuales. En cuanto a las llantas, se pueden elegir entre 16 o 17 pulgadas como equipamiento de serie y de hasta 19 pulgadas como opción.
Mayor habitabilidad
Respecto a su antecesor, este nuevo Serie 2 Active ha crecido en tamaño. Es 21 milímetros más alto, 32 milímetros más largo y 24 milímetros más ancho, lo que le confiere mayor capacidad en el habitáculo tanto para el uso diario como para los viajes largos. Además, el maletero sube hasta los 468 litros de capacidad y todos los modelos ofrecen el portón trasero automático de serie.
Los cinco asientos cuentan con un nuevo diseño para ganar en comodidad en los desplazamientos largos. Las plazas traseras ofrecen dos centímetros más para las piernas que su predecesor y sus respaldos cuentan con varias posiciones de inclinación. Como opción, pueden solicitarse unos asientos deportivos con refuerzos laterales y en la zona de los hombros, soporte lumbar con función de masaje y el tapizado en cuero Vernasca. Así mismo, monta por primera vez un airbag instalado entre los asientos delanteros para una mayor protección de los ocupantes.
Cargado de tecnología
Otra de las grandes diferencias respecto al modelo precedente es el rediseño y la disposición del habitáculo, claramente inspirado en el BMW iX, el buque insignia tecnológico de la marca. Destaca en el salpicadero la ausencia de botones y mandos de control, sustituidos por dos pantallas de gran tamaño unidas en un mismo cristal curvo (BMW Curved Display). En ellas se ajustan la mayor parte de las funciones del vehículo. La de instrumentación tiene un tamaño de 10,25 pulgadas y la multimedia de 10,7 pulgadas y ofrecen una buena resolución incluso cuando el sol incide directamente sobre ellas. Adicionalmente, cuenta con un sistema de control por voz muy avanzado.
En el nuevo reposabrazos flotante se integra el panel de control que da cabida a la palanca selectora para el cambio de marchas, la rueda del volumen, las luces de emergencia o el botón ‘My Modes’, que permite modificar los modos de conducción. Debajo se abre un compartimento portaobjetos, dos portavasos y la ranura para dejar el móvil con capacidad de carga inalámbrica para terminales compatibles.
El equipamiento de serie se completa con climatizador automático bizona, volante deportivo de cuero, sistema de navegación con la cartografía alojada en la nube (BMW Maps), cámara trasera con asistente de aparcamiento, advertencia de colisión frontal, función de realidad aumentada en la pantalla principal y la última generación del sistema operativo iDrive.
Al mismo tiempo, ofrece un buen abanico de ayudas a la conducción de serie: frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones y ciclistas, detección del tráfico en sentido contrario y programador de velocidad activo con función de frenado.
Las motorizaciones
Las motorizaciones del BMW Serie 2 Active Tourer cuentan con más del 90% de componentes nuevos o mejorados, haciendo hincapié en el turbo, la inyección y los pistones. Las mecánicas que ya se encuentran disponibles, ofrecen dos motores de gasolina y uno diésel. Todas ellas han sufrido una actualización para adaptarse a las nuevas exigencias de emisiones y ofrecer un menor consumo. Los dos motores de gasolina son los ya conocidos 218i (136 CV) y 220i (170 CV).
Este último dispone además de un motor eléctrico de 19 CV (etiqueta Eco) para dotarle de una hibridación ligera con la que ofrecer asistencia al motor de combustión a bajas velocidades. Estas mecánicas de gasolina recurren a bloques de tres cilindros de 1,5 litros de cilindrada.
Por su parte, el motor diésel es el también popular 218d de 150 CV, en este caso de cuatro cilindros y 2.0 litros de cilindrada. Todas las mecánicas montan de serie la última generación de las cajas de cambio de doble embrague Steptronic de siete velocidades.
De cara a este verano, la gama se ampliará con la llegada de las dos variantes híbridas enchufables con tracción total: 225e xDrive con 245 CV y el 230e xDrive con 326 CV. La batería de ambos modelos posee una capacidad de 16,3 kWh que le confiere hasta 90 kilómetros de autonomía eléctrica. Esta cifra está pendiente de homologación.
Los precios de la gama
Gasolina
218i: 36.900 €
220i: 39.900 €
Diésel
218d: 37.700 €
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