Bowler es un especialista en coches todoterreno que fue adquirido por Jaguar–Land Rover en 2019. Desde entonces, se ha dedicado a crear versiones todavía más extremas de los modelos del grupo, y su último trabajo se centra en convertir al Defender en un 4×4 todavía más capaz.
La transformación recibe el nombre de Extreme y está disponible para las versiones 90, 110 y 130 del todoterreno. Solo se ha confirmado que se producirán unidades muy limitadas y que el precio variará en función de si el cliente entrega su propio Land Rover Defender o es Bowler la que tiene que suministrarlo, así como por cuestiones como el estado del vehículo o el trabajo que haya que realizar sobre él.
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Salta a la vista que el modelo es mucho más robusto, pues incluye elementos como la estructura tubular que protege toda la parte superior de la carrocería. También la cama para el techo, los faros adicionales instalados sobre ella o los pasos de rueda ensanchados, que albergan una llantas de 16 pulgadas envueltas en unos neumáticos todoterreno de 35 pulgadas.
175 CV de potencia
En cuanto al motor, el paquete incluye una serie de mejoras formada por un intercooler de competición y una centralita modificada, lo que permite aumentar la potencia en 175 CV y el par máximo en 450 Nm.
Otras mejoras mecánicas afectan a los frenos –de Alcon y que aumentan su rendimiento con pinzas de cuatro pistones– y a la suspensión, que monta un kit que aumenta la distancia libre al suelo en cinco centímetros.
Además, el habitáculo también recibe modificaciones, como son el volante Momo forrado en cuero, unas nuevas palancas de cambio, asientos delanteros firmados por Recaro, sistema de navegación y un nuevo sistema de sonido.
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